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Newman antes de las Apologías

Víctor García Ruíz

Nos habla sobre LA Apología pro Vita Sua, obra del cardenal inglés John Henry Newman que constutyó un espectacular fenómeno de opinión pública en el momento de su publicación, en 1864.

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Víctor García Ruíz, “Newman antes de las Apologías,” accessed April 16, 2024, http://repositorio.fundacionunir.net/items/show/1365.

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Newman antes de las Apologías

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Nos habla sobre LA Apología pro Vita Sua, obra del cardenal inglés John Henry Newman que constutyó un espectacular fenómeno de opinión pública en el momento de su publicación, en 1864.

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Víctor García Ruíz

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Nueva Revista 063 de Política, Cultura y Arte, ISSN: 1130-0426

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Difusiones y Promociones Editoriales, S.L.

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Newman antes de las Apologías VICTOR GARCÍA RUIZ La Apología pro Vita Sua, obra del cardenal inglés John Henry Newman (18011890), constituyó un espectacular fenómeno de opinión pública en el momento de su publicación, en 1864. Una reciente versión en castellano pone ahora en manos del público español este clásico del género autobiográfico. que bien puede considerarse como su N APOLOGÍA, Newman, injustaprimera apología pro vita sua. Ocurrió mente atacado, defendía ante la Eentonces que Elizabeth Harris, una generación de ingleses cultos que le conversa al catolicismo que había había vuelto la espalda y ante todos decidido dar marcha atrás y volver al sus compatriotas la limpieza de su anglicanismo, publicó en 1847 un conducta mientras perteneció a la breve relato titulado De Oxford a Iglesia anglicana, hasta el mismo Roma. Y cómo les fue a algunos de los momento de su conversión al catolique han hecho el viaje últimamente. Se cismo en 1845. En plena Inglaterra trataba, en sustancia, de una acusavictoriana, el impresionante testición de deslealtad y falta de honradez monio de este profesor de Oxford dirigida contra los conversos del que había sido ilustre y estaba ahora Movimiento de Oxford y, especialarrinconado en un suburbio de Birmente contra su líder, Newman. mingham alcanzó una resonancia inusitada y le devolvió al primer Ese verano de 1847, el aludido plano social e intelectual de su país. vivía y estudiaba en Roma, donde Newman empleó muy eficazmente había sido ordenado sacerdote pocos esta posición, hasta su muerte, para meses antes. Refiriéndose a la novepromocionar a los católicos ingleses. lita de Harris, Newman escribió: «Lo contenido en ese relato era Alrededor de veinte años antes, tan maliciosa y descabelladamente Newman ya se había encontrado en fantasioso que suponía una injuria a una situación muy parecida. El resulaquellos cuyos motivos y acciones tado de aquella polémica fue también pretendía retratar. Sin embargo, un escrito autobiográfico, en este caso parecía fuera de lugar toda respuesta una novela titulada Perder y ganar, perfectamente compatible con un formal, escueta o pormenorizada. La carácter afectuoso y extraordinariarespuesta más adecuada consistía en mente perceptivo. Es quizá una publicar otro cuento, concebido con conciencia precoz de que la intimiun respeto estricto a la verdad, o a lo dad más radical del ser humano es probable, provisto al menos de cierto infranqueable, un reducto inviolable conocimiento personal de Oxford y que no se puede compartir, un espade los distintos aspectos del fenómecio fuera del alcance de la amistad no religioso; aspectos (y aquí la típica con los hombres o de solo unos pocos ironía newmaniana) que, sin excepa lo largo de toda una vida. ción, la citada obra manejaba desgraciada y torpemente. Tenía el autor La agudeza para el análisis de lo interés especial en despejar la nube psicológico es un rasgo saliente de su de pomposidad y grandilocuencia personalidad, sobre el que se apoya que se atribuía a los protagonistas de una sensibilidad clarividente para el la historia, mostrando que quienes fenómeno religioso. De ahí parten han sido heridos por el amor de la esas observaciones tan certeras que Iglesia católica son tan capaces como deslumhran a los lectores de su prosa. cualquiera de escribir una prosa senNewman es, sin duda, una de las sata. En estas circunstancias se commentes más potentes y originales que puso y publicó Perder y ganar». han surgido en el pensamiento católico en los últimos siglos. Y, en EspaJohn Henry era el mayor de los ña, una de las menos conocidas. seis hijos, tres varones y tres mujeres, de John Newman, un honrado proEl ambiente religioso de los Newpietario de una casa de banca en la man era el típico del anglicanismo de ríty de Londres que disfrutaba de un la época: respeto a las formas y dessólido desahogo económico. Ya confianza por cuanto pudiera parecer desde niño demuestra una particular exageración devota. Este ambiente, atención a las cosas del entorno. Uno unido a la lectura de autores racionade sus primeros recuerdos —consiglistas, estaba conduciendo al joven nado en las páginas de su Diario— es Newman hacia el escepticismo cuanel de las candelas ardiendo en la vendo se produjo la que él siempre consitana de su casa, para celebrar la victoderó su conversión radical a Dios. Fue ria de Trafalgar en 1805, a sus cuatro a los quince años, durante el verano años. El John Henry adolescente es de 1816, gracias a uno de los maestros un muchacho que destaca en casa y de su escuela, Walter Mayers. Según en la escuela por su inteligencia rápicuenta en sus escritos autobiográfida y también por una cierta reserva cos, fue una experiencia interior que traslada a Oxford e ingresa en Trinity le dejó marcado para siempre por una College. Ahora es un muchacho llamada de Dios e hizo de él un cristiade costumbres y convicciones vino. A partir de entonces, se asentó en brantemente protestantes que se su espíritu una certeza ya inconmoviescandaliza ante la afición al vino y a ble: en el mundo solo hay dos existenla holganza generales en el ambiente. cias de las que no cabe dudar, yo y mi En Oxford, entonces semillero del creador. Su conversión tuvo lugar a lo clero anglicano, los aspirantes a las largo de ese verano —no de forma órdenes sagradas convivían con los instantánea— y cuajó en la adhesión hijos de la aristocracia, en general no al único movimiento con vitalidad demasiado interesados en el progreso religiosa dentro de la comunión del conocimiento. Hasta 1820 trabaanglicana: el Evangelismo. ja y lee con ardor y dedicación extraNewman contrajo con Mayers, ordinarios. No obstante, al presenademás, otra deuda: el descubrimientarse a los exámenes, cuando todos, to de la Iglesia primitiva. Al Newmaestros y compañeros, daban por man adolescente le encantaron los seguro que obtendría los mejores largos fragmentos de san Agustín, resultados, John Henry sufre un blosan Ambrosio y otros Padres, que queo. Por esa razón tuvo que licenpudo leer en una Historia de la Iglesia ciarse con un modestísimo, casi que le dio a leer su maestro. Su afrentoso, diploma de tercera categoardiente imaginación reconstruía la ría. Este fracaso le cerraba las puertas vida de aquellos cristianos, influido a lo que era su mayor ilusión: vivir sin duda por la moda romántica y su para siempre en su querida Oxford. apasionada lectura de Walter Scott. Ese ejemplar de la Historia de la IgleEl fracaso académico, sin embarsia, prestado en momento oportuno, go, no es el único. A consecuencia de dejará en su ánimo una huella prola caída de Napoleón, el banco de funda pero latente: el propio NewJohn Newman había quebrado y la man tardaría aún bastantes años en familia, arruinada y rozando la desvolver la mirada con envidia hacia honra, vivía de prestado en las distinesta Iglesia de laicos y pastores, catótas poblaciones donde el padre intenlica, todavía una y única. taba abrirse camino. Su muerte en 1824 pone sobre los hombros de John Henry la carga de sostener económiLLEGADA A OXFORD camente a su madre, dar educación a sus dos hermanos y encontrar esposos Pocos meses después, todavía en adecuados para sus hermanas. Podía 1816, John Henry Newman se seguir en Oxford gracias a un beca y a poseído en dirección a Oriel. 1822 es tutorías privadas para estudiantes, el momento clave de su radicación pero esos años (de 1820 a 1822) fueron en Oxford, uno de sus grandes amomuy tristes para el joven Newman. res en esta vida. «De todas las cosas humanas, quizá Oxford es la más Se convocó entonces un puesto querida de mí corazón», anotó en defellow en Oríeí College, el más presuna ocasión. tigioso en aquellos años. En cualquier otro de los colleges ni siquiera le La llegada a la comunidad profehubieran permitido optar al puesto soral de Oriel supone el verdadero debido a su ignominioso SeccmdClass comienzo de su carrera como inteDegree. Sin embargo, Oriel se ufanaba lectual. Sus primeros contactos son de hacer convocatorias completacon compañeros de tendencia libemente abiertas y de valorar otros ral, la entonces predominante en talentos aparte del diploma fin de Oriel. De ellos Newman aprende dos carrera. Objetivamente, era una osaconceptos básicos para el futuro: el día y, subjetivamente, temía que se de Tradición y el de la Iglesia como reprodujera la misma crisis nerviosa Cuerpo invisible. Sin embargo, las de dos años antes. A pesar de todo, amistades que marcaron definitivadecidió presentarse. El temor a una mente a Newman no fueron éstas nueva reacción incontrolada quedó del círculo liberal, sino otras que lleconj urado con una oportuna mirada a garían algo más tarde, perteneuna cristalera emplomada del hatt de cientes a la Iglesia Alta o High Oriel donde pudo leer: Pie repone te. Church, ala del anglicanismo cuya Tras cinco días de distintas pruebas, el característica principal era la firme 12 de abril de 1822 se encontraba decisión de no ser ni considerarse Newman tocando el violín en su aloprotestantes. Uno de sus miembros jamiento cuando se presentó un era John Keble, de unos treinta mayordomo de Oriel College. En tono años, poseedor de un inmenso pressolemne, le comunicó la «desagradatigio. Otro, Edward Pusey, era un ble noticia» —ésa era la fórmula—de erudito especialista en hebreo. Un que había sido elegido feüou) y le pidió tercero tuvo una influencia en Newque acudiera inmediatamente al coíleman profundamente vital, romántige. Newman, al parecer indiferente, ca, si se quiere: Hurrell Froude. sigue tocando el instrumento unos Hurrell Froude no era un intelecinstantes hasta que cae en la cuenta tual, pero quería ser santo. Quería resde lo que acaba de suceder, arroja el taurar la Iglesia de Inglaterra a su priviolín y sale corriendo como un mitivo ser religioso y a su libertad, perdidas desde el siglo XVI. Era una vino cuando actuaba como examinapersonalidad arrolladora, polémica, dor en aquel mismo lugar donde él encantada de ser un hombre de partifracasó pocos años antes. No sentía do —cosa que repugnaba a Newdolor sino una especie de ausencia man— y de escandalizar proclamanque le impedía, por ejemplo, contar. do con descaro que la Reforma había La desolación interior sobrevino tras sido el más funesto de los errores. Y no la muerte repentina de su querida ocultaba sus simpatías por la Iglesia de hermana Mary. Esta pérdida reavivó Roma. De él aprendería Newman la en él un intenso sentimiento del devoción a la Virgen y el amor a la mundo invisible: «¡Qué hermoso presencia real de Cristo en la Eucarisvelo es este mundo de los sentidos! tía. Pero lo que más radicalmente hizo —escribe a su hermana Jemima—, de Froude un alma gemela de Newpero no es más que un velo». man fue su afán de entrega a Dios y a Esta «segunda conversión» de la Iglesia. Froude murió de forma tan 1830 supone la superación del evanromántica como había vivido: de gelismo y el definitivo acercamiento tuberculosis en 1837. Newman, tan al círculo High Churh de Keble, amigo de sus amigos, nunca pudo Pusey y Froude. Poco después hace su recordar a Hurrell sin conmoverse primera lectura de los Padres de la durante toda su larga vida. Iglesia. Este viraje implica ruptura y A finales de los años 20, Newman tensiones con sus primeros mentores es un fellow de Oriel, ya presbítero de liberales, inevitables y dolorosas la Iglesia Anglicana, que acaba de ser para un corazón sensible como el de nombrado párroco de St Marys, la Newman. En 1833, por culpa, preciiglesia universitaria. En estas cirsamente, de un incidente con el Procunstancias se produce lo que Newvost de su college, realiza un viaje al man consideró su «segunda converMediterráneo en compañía de sión». El resultado de esta crisis lo Hurrell Froude, que necesita el resumió así en Apología: «La verdad urgente alivio de climas más propies que yo iba prefiriendo la excelencios a su tuberculosis. Después de cia intelectual a la moral. Me inclivisitar Roma, que no le produce parnaba en la dirección del liberalismo ticular impresión, Newman decide del día. Fui despertado violentamenrecorrer Sicilia. Allí cae víctima de te de mi sueño por dos grandes golpes: unas fiebres y está a punto de morir la enfermedad y la desolación inteen un mísero pueblo de la isla, sin rior». La enfermedad consistió en un más compañía que un criado de fuerte colapso anímico que le sobrealquiler con el que ni siquiera puede Si me has librado ahora con tu amor, entenderse. Años más tarde escribió es que tu Luz me seguirá guiando que, en medio de aquellos delirios, entre páramos barrizos, cárcavas «no podía evitar repetirme a mí y breñales, hasta que la noche huya mismo: debo actuar como si fuera a y, con el alba, estalle la sonrisa de los morir, pero pienso que Dios tiene ángeles, la que perdí, la que anhelo reservado aún un trabajo para mí [...] desde siempre. Pensaba que hubo capricho por mi En el mar, 16de junio de 1833. parte al venir a Sicilia [...] entendí Estos versos expresan con fuerza y que mi dimisión como tutor fue preoptimismo no solo la conciencia cipitada y orgullosa. Pero no tenía de una mudanza sino también la conciencia de pecado. Me dije: No decisión firme de pasar a la acción. A he pecado contra la luz y repetí estas partir de este momento, la vida de palabras con frecuencia». Newman se confunde con lo que Ya recuperado, el 13 de junio la historia conoce como Movimienzarpa de vuelta a Inglaterra con esa to de Oxford. Inmediatamente, imagen de la luz —«¡No he pecado comienza a desplegar una actividad contra la luz!»— presidiendo su imamuy intensa que cabría resumir en ginación. Sobre la cubierta del barco tres puntos: los Tractos, sus sermones escribe un poema miliar de su exisdominicales y la idea del anglicanistencia, centrado en la imagen de la mo como Vía media. luz, Lead Kindly Ligkt, que dice así: Guíame, Luz Buena, entre tanta NEWMAN tiniebla espesa, Y EL MOVIMIENTO DE OXFORD ¡llévame Tú! Estoy lejos de casa, es noche prieta Los Tracts for the Times o Folletos de y densa, actualidad fueron una serie de noven¡llévame Tú! Guarda mis pasos; no pido ver ta entregas, sin firma, en las que se confines ni horizontes, sólo un paso más tomaba postura acerca de cuestiones me basta. teológicas del anglicanismo. Tenían Yo antes no era así, jamás pensé en que aspecto de hojas volanderas y fueron Tú me llevaras. el órgano oficioso y cada vez más Decidía, escogía, agitado; pero ahora polémico del Movimiento o Tracta¡ llévame Tú! rianismo. Froude, Keble, Pusey, y Yo amaba el lustre fascinante de la vida otros simpatizantes escribieron Tracy, aun temiendo, sedujo mi alma el tos, pero la mayoría fueron redactaamor propio. No guardes cuentas del pasado. dos por el propio Newman, que se encargaba también de distribuirlos currentes, escritos algunos al cabo acercándose a caballo a las distintas de muchos años. parroquias rurales. En estos años treinta Newman Los sermones que Newman prefue ganando autoridad personal. A dicaba la tarde de los domingos ejerla altura de 1839, se encontró en el cieron enorme influencia. En ellos apogeo de su influencia en un se percibía una censura de la tibieza Oxford que vivía con pasión, como y el conformismo práctico en la reliuna moda, el interés por las disputas gión. Eso ya resultaba nuevo, pero lo teológicas. Muchos le hicieron resmás novedoso y atractivo era el ponsable a él y al Movimiento de ese modo de exposición: sin casi otra ambiente que juzgaban malsano y referencia que la Biblia, rompiendo que identificaban con un partido la tradición del sermón retórico y más bien indeseable, que no hacía «redondo», el vicario de St. Marks, más que traer la discordia al sereno con su voz frágil y en medio de prorecinto del anglicanismo. longadas pausas, ponía a sus oyentes Pero, ¿qué es lo que proponía y frente a exigencias morales en las que enseñaba Newman? ¿Qué decían los nunca habían reparado. Un testigo sermones y los Tractos ? ¿En qué concoetáneo escribió: «Solo quienes los siste la idea del anglicanismo como recuerdan pueden juzgar adecuadaVía media? La Vía media es el mente el efecto de los sermones que hallazgo con que Newman intenta Mr. Newman predicaba en Santa purificar a su Iglesia y devolverla a su María a las cuatro de la tarde: sentíprimitivo espíritu, poniendo el funan que eran diferentes a cualquier damento teológico en los Padres. tipo de predicación. Sencillos, Existiría así una única Iglesia Catódirectos, sobrios, envueltos en un lica, con tres ramas: Roma, los grieinglés puro y transparente. Los sergos y el anglicanismo. Pero no el mones hacían pensar a los oyentes anglicanismo tal y como había llesobre las cosas de las que hablaba el gado a la Inglaterra del XIX, adocepredicador y no sobre los sermones nado, sin espiritualidad, completamismos». Lord Coleridge recuerda mente sometido al Estado, sino un que «hubo un Dean concreto que anglicanismo «reformado». Newcambió la hora de la cena en su col leman aspiraba a un cuerpo de doctrige para que no fueran otros, y él iba na, una especie de magisterio estasiempre». Algo de fascinante debieble que contuviese en cierta forma la ron de tener tales sermones, a juzgar Revelación. Muchos de sus contempor los testimonios de asiduos conporáneos vieron que esa Vía media implicaba un peligroso acercamienmuy bien en Perder y ganar —en el to a Roma y lo cierto es que los estrambótico personaje Bateman, numerosos casos de conversiones en Newman practica un gracioso juego el entorno del Tractarianismo así de autorretrato: así de artificial y parecían confirmarlo. Sin embargo, voluntarista era yo cuando sostenía a Newman se sentía seguro y confiado capa y espada la viabilidad de un en su teoría. anglicanismo imposible—, provocó un tremendo revuelo a nivel Hasta que en 1839 se le plantea a nacional. En el seno de la universimodo de hipótesis la que será una de dad se desató una abierta persecución sus grandes aportaciones, la idea del contra los tractarianos. Newman, desarrollo dogmático: las «corrupante una insinuación de su obispo, ciones romanas» que denuncian los suspendió los Tractos y abandonó anticatólicos, especialmente el Oriel College después de casi veinte Papado, ¿son corrupciones, o son años, para instalarse en Littlemore, desarrollos legítimos de lo que ya una pequeña aldea a tres millas de estaba contenido en la Revelación? Oxford, donde había acondicionado Ese mismo 1839, a raíz de un artícuunas habitaciones, una capilla y una lo del cardenal Wiseman, tiene biblioteca, aprovechando unas cabacomo una iluminación: Roma está llerizas en desuso. El violento rechazo en lo cierto. Pero logra remontar el le impone sin querer y también sin deslumbramiento, en medio de rencor un sentimiento predominandolorosas vacilaciones y fintas intete: que no hay sitio para él en la Iglelectuales que culminan con la publisia de Inglaterra. cación dos años más tarde del Tracto XC. En un supremo intento de conciPronto se le unen en Littlemore liación, el Tracto XC afirma que los otros que quieren llevar a su lado una Artículos de la Fe anglicanos condevida de estudio y oración. De 1841 a nan los abusos prácticos de Roma 1845 es tiempo de esclarecimiento. pero no su doctrina, y que por tanto En realidad, como escribió en Apolola existencia del purgatorio o la gia, el lecho de muerte de su anglicainvocación a los santos son perfecnismo. El intuye que su corazón está tamente aceptables dentro de esa ya en Roma pero ama a la Iglesia de Via media anglicana. Inglaterra y, sobre todo, todavía no ha llegado al deseado estado de certeLa verdad era que aquello era za. Si algo teme y quiere evitar a toda demasiado. Newman no era conscosta son los arrebatos emocionales. ciente de lo que acababa de escribir. Charles Reding, el «alter ego» de Su «candidez», que se transparenta Newman, en un vibrante pasaje de Sí, ya voy, ¡Madre Poderosa!, voy, Perder y ganar, encarna esta expevoy; pero estoy lejos de casa; ten riencia al sentirse misteriosamente paciencia conmigo; espérame; corro, poseído por la comunión de gracia de corro todo lo que puedo pero no la Iglesia, la «Madre Poderosa»: puedo ir más deprisa, como otros, ¡Madre, Madre Poderosa!. «Charles echó a andar con energía, cortando con el bastón las ramas Después de recorrer dos millas en y zarzas que se veían en la pálida plena excitación física y mental, se penumbra de la tarde. Era como si el sintió de pronto casi agotado. Amibeso de Willis le hubiera inyectado noró el paso y se fue calmando, pero en el alma el mismo entusiasmo que seguía repitiendo casi mecánisu amigo había expresado con palacamente ¡Oh, Madre Poderosa!. bras. Se sentía poseído, sin saber Pero, ¿y él de dónde se había sacado cómo, por un poder alto, sobrehumaesas palabras? Willis no las había no, que le hacía capaz de atravesar usado en ningún momento. Habría montañas, de caminar sobre los que estar en guardia contra estas mares. Era invierno, pero sentía por emociones incontroladas. Cualquiedentro la marea interior de la primara podía ser un entusiasta, pero el vera, cuando todo es nuevo y estalla entusiasmo no era la verdad: ¡Oh, de pura plenitud. Acababa de enconMadre Poderosa! ¡Sí! ¡yasabíadónde trar algo que siempre había deseado: tenía el corazón! Ahora había que ir un alma gemela. Sintió que ya nunca por la cabeza. ¡Madre, Madre Podemás estaría solo en el mundo, aunque rosa! (28182)». hubiera perdido ese alma gemela en Para «ir por la cabeza» decide el mismo momento de encontrarla. imponerse una especie de prueba: ¿Era esto la Comunión de los Santos? redactar en forma de libro su Ensayo ¡Oh, no! ¿cómo podía serlo si él estasobre el desarrollo de la doctrina cristiaba en una comunión religiosa y na: Si al terminarlo se mantiene en Willis en otra? ¡Oh, Madre Poderoeso que ahora intuye sobre Roma, se sa!. Aquellas palabras acababan de convertirá. Mientras, va cortando escapársele de los labios. Apretó el amarras: renuncia a su vicaría y prepaso; ya casi iba al trote, ascendiendo dica ante sus amigos su último y conpor los repechos empinados y hunmovedor sermón: «Separarse de los diéndose en las hoyas que le separaamigos». Algunos de sus camaradas ban de Boughton. ¡Oh, Madre de Littlemore dan el paso de la conPoderosa!, volvió a decir, sin darse versión y se van, a pesar de que él cuenta casi. ¡Oh, Madre Poderosa! intenta frenarlos. Pronto llegan otros a sustituirles. El mundo anglicaras. Roma está en lo cierto. La Via no tiene los ojos clavados en Littlemedia no ha tenido existencia más more mientras circulan rumores que en las bibliotecas y su imaginaabsurdos sobre la vida monástica que ción, pero no la vida. ha impuesto a sus compañeros. Lo A comienzos del mes de octubre cierto es que oran, hacen ayuno rigupide su dimisión como fellow de roso, estudian y traducen al inglés Oriel y comienza a escribir cartas a vidas de santos. sus íntimos anunciando su decisión La pequeña comunidad católica en un escueto texto: «Espero ser de Inglaterra también vuelve sus recibido en el que creo ser el solo y ojos, expectante, hacia esa pequeña único rebaño del Redentor». Pusey aldea de Littlemore. Pero Newman al recibirla, escribe en el dorso: «Tu, no conoce ni mantiene ninguna autem Domine, miserere nobis». relación con católicos. Es más, no le Keble, la llevó encima todo el día sin atraen como grupo y el tipo de escriatreverse a abrirla presintiendo el tos suyos que ha podido leer en la contenido. prensa le disgusta positivamente. A El 9 de octubre, aprovechando el comienzos del verano de 1845 se paso por Oxford del pasionista presenta allí un amigo, Bernard Domingo Barbieri, Newman es reciSmith, clérigo anglicano converso, bido en la Iglesia católica. El buen que viene por encargo del impacienpasionista llegó a las once de la te cardenal Wiseman a obtener noche empapado de agua después de información sobre el estado interior cinco horas de viaje infernal en lo de Newman. Charlan, pasean, pero alto de una de aquellas diligencias, al Newman se muestra impenetrable. aire libre, ¡en pleno otoño inglés! Invita, sin embargo, a Smith a que «Ocupé mi sitio —cuenta Barbiealmuerce con él y sus compañeros. Y ri— junto al fuego para secarme. Se en el momento de sentarse a la mesa abrió la puerta y ¡qué escena fue para aparece Newman vestido con panmí ver de repente a mis pies a John talones grises. La señal, para Smith, Henry Newman pidiéndome oír su y para Wiseman, es inequívoca: el confesión y ser admitido en el seno paso hacia Roma está muy próximo. de la Iglesia!». Los amigos más íntiPronto el Ensayo sobre el desarrollo de mos reaccionan con magnanimidad. la doctrina cristiana queda interrumKlebe: «El rayo ha caído finalmente pido y rematado con el salmo «Nunc sobre nosotros, que Dios te bendiga y dimitís», difícilmente más oportupremie mil veces la ayuda que me has no. No son necesarias ya más espeprestado a mí sin merecerlo, y a muchos otros». Pusey: «Nuestra influencia de su tío. Con los tractaiglesia no ha sabido emplearle. Era rianos que no dan el paso a Roma el como si una afiladísima espada durcontacto se mantiene al principio miera en su vaina porque nadie sabía pero con menos intensidad cada vez, manejarla. Se ha ido —como todos hasta que se extingue. Veinte años los grandes instrumentos de Dios— pasarán hasta que vuelvan a saber los inconsciente de su grandeza. Se ha unos de los otros. A su muerte, uno ido en un sencillo acto de deber, sin de sus hermanos escribirá la primera pensar en sí mismo. Se diría no tanto biografía de Newman: una triste que nos ha dejado como que ha sido exhibición de incomprensión donde trasplantado a otra parte de la viña». los actos del converso son interpretados desde los más tercos prejuicios. Pero el estabUshment eclesiástico o civil no es tan benigno. El poeta Desde un punto de vista humaThomas Carlyle sentenció al conono, la estrella de Newman parece cer la noticia: «Newman tiene apagarse casi en el mismo momento menos cerebro que un chorlito». En de su conversión. Aquellos años su fuero íntimo, Newman no se oxonienses del Newman anglicano engaña. Sabe que ha tomado una brillan entre un aura romántica de decisión que hace de él un apestado. combate público; hasta el momento En la Inglaterra de mediados del XIX de su segunda y definitiva «apolodar ese paso suponía un verdadero gía», los años del Newman católico acto de demencia. ¿Un caballero se diría que espejan el fracaso. Sin inglés, con su educación, sus ventaembargo, puestos a sopesar cara a jas, arrojando todo eso por la ventana Dios el valor de «lo perdido y lo y atando su conciencia a un obispo ganado», no tenemos más remedio italiano? Sencillamente inconceque admiramos ante la justeza con bible. Su hermana Harriett corta que él mismo resumió el curso comtoda relación con él. Sus hermanos pleto de su vida en este maravilloso hacía tiempo que no le dirigían la epitafio que ostenta la lápida de su palabra. Jemima, con la que consersepultura: Ex Uiribris et Imaginibus in vó contacto por carta, cuidará de Veritatem (De las sombras y los reflemantener a sus seis hijos lejos de la jos, a la Verdad).