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La pasión del filósofo

José María Barrio Maestre

Acerca del pensamiento de Millán-Puelles "El interés por la verdad".

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Referencia

José María Barrio Maestre, “La pasión del filósofo,” accessed March 28, 2024, http://repositorio.fundacionunir.net/items/show/1219.

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Title

La pasión del filósofo

Subject

Libros

Description

Acerca del pensamiento de Millán-Puelles "El interés por la verdad".

Creator

José María Barrio Maestre

Source

Nueva Revista 057 de Política, Cultura y Arte, ISSN: 1130-0426

Publisher

Difusiones y Promociones Editoriales, S.L.

Rights

Nueva Revista de Política, Cultura y Arte, All rights reserved

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Language

es

Type

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ciedad española usufructuado duque recibiera de la Corona y de murante largos años de la gobernación chos de sus correligionarios y admiradel país—, fue fácil que ese sectarismo dores impidieron que las vicisitudes imperante en aquélla se adueñase de de su patria le fueran ajenas. Un tanla figura de Donoso Cortés para to avant la lettre, el carácter de Espaenaltecerla hasta el ditirambo o cenña, la naturaleza de su psicología cosurarla hasta el denuesto. El resultalectiva y, en fin, el enigma de su perdo ha sido privar a varias generasonalidad histórica le suscitaron inciones del contacto con una personacontables inquietudes, desazonándolidad en la doble dimensión humana lo hasta el fin. Como buen doctrie intelectual atractiva e interesante, nario, el catolicismo y el poder regio capaz de suscitar un rico diálogo con se descubrían para él como los ejes los espíritus aguijoneados por la infundentes de la nacionalidad. La estaquietud y aspirantes a vivir con digbilidad de los pilares de su pensanidad su propia historia. miento no permite dudar de que su dogmatismo monárquico lo acompaPor haber reconstruido con soliñara hasta el término de su existendez y honestidad la de Donoso, el cia, mas las colindancias con formas catedrático valenciano merece tamde teocracia atenuada que adquiere bién el aplauso de la comunidad aquél en el último recodo de su biocientífica nacional, de la que, en la grafía autoriza la suposición de que el dimensión historiográfica, es miemprimer factor hubiera alcanzado en bro destacado. José Manuel Cuenca su fuero interno una clara superioriToribio. dad frente al segundo. De haberse producido, el proceso no seria excluLa pasión sivo de la vida de Donoso. También se daría en una porción considerable del filósofo de los definidores de la conciencia nacional alineados en su mismo surAntonio MillánPuelles co, y para los cuales la figura de DoEl interés por la verdad noso fue guía, de forma parcial o ínEdiciones Rialp tegra, de sus pasos por los caminos de Madrid, 1997, 305 págs. la historia y del pensamiento. Convertida así durante ciertas etapas y escuelas del pasado más rea palabra verdad suena fuerte ciente en inspiradora descollante de a muchos oídos contemporáregímenes e ideologías que la patriLneos. Se suele decir que los fimonializaron por un sector de la sonales de siglo ¡qué no será de mileson de actualidad, no lo hace porque nio! abundan en posturas escépticas. lo sean, sino por el interés que encieEn el nuestro, debilitado por los planrran en sí mismas y porque tropieza teamientos epigonales del postmodercon ellas en su búsqueda de lo esennismo, del postestructuralismo, de la cial. En filosofía, pocos asuntos puefragmentación y del discurso narratiden considerarse tan esenciales e invo, volver a traer el tabú de la verdad vulnerables a las modas como el de la no parece de recibo. Un discurso que, misma vocación de buscar e interesarademás, tematiza el interés por ella se por la verdad, que es lo que constiparece necesitar de una potente justituye lo más formalmente propio de la ficación para hacerse oír en el coro actarea filosófica. tual de las lamentaciones por el final El libro que acaba de publicarse de la filosofía. está estructurado en dos partes: el inAcaba de publicarse el último literés por conocer la verdad y el interés bro de Antonio MillánPuelles, El inpor darla a conocer. Ambas partes van terés por la verdad y me parece que es acompañadas de una serie de consideésta una buena ocasión para reflexioraciones acerca de los aspectos éticos, nar sobre la auténtica vocación de la tanto del interés cognoscitivo como filosofía, sobre todo si nos guiamos del comunicativo. por el ejemplo, bien próximo, de Tras definir el interés por la verquien ha hecho de ella una profesión dad como el deseo, efectivamente dien el sentido más hondo. ligente o solícito, de tener conociUna de las notas características del mientos verdaderos en la acepción de pensamiento de MillánPuelles es su concordantes o conformes con los obindiferencia radical respecto de las jetos a que se refieren (pág. 57), Mimodas intelectuales. Nunca se mueve llánPuelles afronta directamente el para halagar el oído sediento de lo inproblema de si la inteligencia humana mediato, de lo actual y vivo. En puede estar dotada de un interés aurealidad es vivo todo problema auténténticamente teórico, para presentar ticamente vivido con la intensidad inuna de las tesis centrales del libro: el dispensable para plantearlo con rigor y valor que en sí misma posee la teoría. para sentirse en la necesidad de busEs necesario que el entendimiento carle la solución. Cualquier otra mahumano sea capaz de conocimientos nera de entender las vivas inquietudes puramente teóricos, es decir, enteraintelectuales o los problemas vivos es mente innecesarios para mantenernos pura y simple retórica vitalista (pág. en la existencia y en general para la lla280). Si alguna vez se ocupa Millánmada vida activa, pero en sí y por sí Puelles de cuestiones que, en efecto, lo mismos valiosos (...). Ningún en el planteamiento del filósofo aleconocimiento puede dejar de presenmán a su mero serobjeto. Ahora társenos como preferible a su falta, si bien, según la propuesta kantiana, ambos son considerados en sí mishay un realismo empírico que debe mos, independientemente de cualcomplementar al idealismo trascenquier sobrecarga eventual (pág. 71). dental, según el cual las cosas que inLa posibilidad de un estar teóricatuimos sensorialmente no son en sí mente en la realidad (pág. 72) no mismas aquello por lo cual las tomaimplica, naturalmente, que el hommos en su intuición. Responde Mibre contemplativo no se interese nallánPuelles: Una intuición donde lo da más que por la teoría, de la misma intuido no es lo que de él se intuye es forma que el hombre de acción tamuna intuición que no es ninguna inpoco se interesa solo por lo práctico tuición (pág. 83). (pág. 120). Desde luego, el preguntar, en su raíz y en su forma, es un En un planteamiento fundamenacto puramente teórico. tal del interés por la verdad no puede Tales ideas no pueden mantenerfaltar una discusión seria sobre la tese hoy sin una impugnación de la tesis relativista. El autor la aborda en sis fundamental del utilitarismo y del todas sus posibles inflexiones a partir pragmatismo, tarea que el autor de la fórmula de Protágoras, para aborda con gran eficacia argumental mostrar la circularidad en que incu(págs. 125 y ss). rre y concluir que, aunque no lo diga, el relativista piensa que la tesis reCondición esencial de la existenlativista es verdadera incluso en el cacia de una natural inclinación humaso de que nadie, ni siquiera él misna a interesarse por el conocimiento mo, la tuviese por tal. No piensa así de la verdad y de que dicha tendende una manera expresa, pero tampocia no es contradictoria, a saber, no co el absoluto escéptico piensa explíes una tendencia a su correspondiencitamente que está dejando de serlo te y necesaria frustración— sería la inal afirmar que lo es (pág. 118). teligibilidad misma de lo real. En efecto, para poder estar en la realiEl libro pone de manifiesto la indad intelectivamente es menester, anconsistencia del planteamiento kante todo, que la realidad sea inteligitiano de la filosofía como un puro ble (pág. 73). El autor presenta una preguntar sin respuesta posible que demostración modélica de la inteligino trascienda la humana capacidad bilidad de lo real (págs. 7578), lo intelectual (pág. 98). En este senticual le obliga a discutir la tesis kando, quizá una de las ideas más origitiana de la imposibilidad de conocer nales del libro es la refutación del el ser del objeto, que queda reducido peculiar activismo de quien busca la verdad y la comunicabilidad missin querer encontrar: Lo que hace ma de ésta. que quien indaga sea verdaderamenEn esta parte son de destacar la te un activista es el hábito de prefediscusión en torno al solipsismo, los rir las verdades que son objeto de pormenorizados análisis de la noción descubrimiento a las que son objeto de alter ego en Husserl y de las ideas de revelación. El activista intelectual de Wittgenstein acerca de la imposies más amante de descubrir la verbilidad de un lenguaje privado: una dad que de la verdad descubierta verdadera Filosofía del lenguaje que (pág. 134). va al fondo de las cuestiones esenciaEn relación al interés comunicatiles, bien lejano de las minucias provo, y tras una clarificadora glosa del pias de la analítica positivista, que no famoso texto de Tomás de Aquino en termina más que en un preciosismo De magistro, en el que compara la tasobre lo que nos deja indiferentes. rea del maestro con la del médico, se Finaliza el libro con un estudio analiza el valor comunicativo del detenido del problema moral de la ejemplo en su vertiente transmisora mentira y las funciones de la justicia de las verdades morales. Posteriory la prudencia en la comunicación de mente, el discurso se desarrolla sobre la verdad, estudio que no elude la los que se consideran supuestos básicomplejidad de las múltiples variacos del interés por comunicar la verbles que ahí han de ser atendidas. Jodad: la intersubjetividad (el plural del sé María Barrio Maestre. yo), la innata tendencia a comunicar