Estrellas del saber científico

Estrellas del saber científico

Libros

Reseña literaria de "Así son las cosas" por John Brockman y Katinka Bateson (ed.); "La tercera cultura. Más allá de la revolución científica" por John Brockman.

José Luis González Quirós

Nueva Revista 056 de Política, Cultura y Arte, ISSN: 1130-0426

Difusiones y Promociones Editoriales, S.L.

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John Brokman, editor de los dos Estrellas del saber libros que comentamos, lo mismo científico que Katinka Bateson que comparte responsabilidad en la primera de las John Brockman selecciones, es un agente literario dey Katinka Bateson, (eds.) dicado a la gestión de derechos de Así son las cosas autores científicos. Entre estos hay Debate, Madrid 1996. un buen número de autores de fama mundial, de estrellas del universo John Brockman, (eds.) mediáticocientífico, gentes que el La tercera cultura. común de los mortales asocia a alguMás allá de la revolución na de las disciplinas científicas más científica relevantes de la actualidad. Tusquets, Metatemas 43 Ambos libros recogen una serie Barcelona 1996 de breves escritos de estas estrellas del saber. La tercera cultura se inicia con na de las paradojas más nouna brevísima introducción de Broktables de la modernidad es man en que pretende poner en marque la importancia que adcha la sugerencia de C. P. Snow en Uquiere la ciencia como factor de motorno á una tercera cultura, la pretendelización de la conciencia no se aposión de que los científicos son tamya en un efectivo conocimiento de la bién intelectuales y que los hombres ciencia misma, cosa que siempre está de letras deberán permanecer atentos al alcance sólo de relativamente poa lo que tienen que contar. En realicos, sino que se funda en la difusión dad, lo que sucede es que algunos de una soi dissant mentalidad científicientíficos que estiman estar en conca que, como mínimo, debería resuldiciones de sentar cátedra universal se tar ligeramente sospechosa para dedican a pontificar sobre asuntos en quien aprecie de verdad el valor del los que, a veces, su audacia es mayor conocimiento objetivo. Estamos, que su competencia. De hecho, uno pues, ante una situación en que los de los méritos de esta edición es que filósofos pueden quejarse del cientia las exposiciones de cada cual le sificismo casi justamente por las misguen varias críticas de sus pares que, mas razones por la que los científicos cuando no son elogiosas, resultan duros (a esperar que no de mollera) muy estimulantes porque muestran la se lamentan de la escasa relevancia distancia que existe entre la intuición que la cultura científica alcanza en la y el resultado efectivo. opinión pública. ellos. No se si es necesario aclarar que La lectura de estos textos es, coson evolucionistas, es decir, que lo samo mínimo estimulante. Además, ben todo. entre ellos hay alguna verdadera joya: en particular, el texto de David GeDe la primera de las colecciones, lernter El estudio del Talmud (pp. además del excelente texto de Ge227235 de Así son las cosas) es una lernter, hay que destacar las contribuverdadera delicia. Gelernter ironiza a ciones de Lynn Margulis, Hao fondo sobre la chifladura y el afán de Wang, Nicholas Humphrey, Roger novedad que rodea (y esteriliza) cierSchank, Steven Rose, y Lee Smolin tos ambientes de la universidad ameque versan sobre asuntos tan diversos ricana. como la educación, el kéfir o el tiemLos saberes llamados a capítulo po. Son, en efecto, pequeñas maravien estos textos son varios: la biología, llas de la divulgación orientadas no al la inteligencia artificial, la cosmoloalmacenamiento de datos, por sorgía, la neurofisiología, aquellos sabeprendentes que sean, sino a la preres que, en suma, están más cerca de gunta, a esa clase de admiración que las preguntas básicas y que han ennecesariamente nos mueve a pensar. contrado un modelo exportable en En el segundo de los libros a que amplios espectros de la opinión púme refiero se repiten muchos de los blica: la evolución, las máquinas que nombres aunque el editor se ha cenpiensan, el bigbang, la complejidad trado más en dos de las grandes del cerebro (que todo lo explica) etc. broncas que han sacudido el ambienHay en muchos de ellos un anhete académico americano en las pasalo de unidad, casi diría que de una das décadas: la de Stephen Jay Gould nueva metafísica una vez que se ha y los suyos contra la sociobiología de comprobado que el positivismo esWilson y la de los herederos de Skintricto produce estreñimiento intelecner (Minsky, Schank etc.) contra los tual. En general esa búsqueda se lingüistas chomskyanos. Los artículos orienta hacia lo desconocido, aunque son, en general, algo más extensos y existen también personajes persuadivan siempre seguidos de comentarios dos de que ya tenemos la verdad en de algunos de los componentes de ese las manos y lo que hay que hacer es collegium invisibile que, por una vez, combatir los prejuicios anticientífino siempre reaccionan de modo escocos que aún colean como la religión, lástico sino que se permiten heterola filosofía, la libertad, etc. De esta doxias y sinceridades que permiten especie son Dawkins, Minsky, en colocar los prestigios adquiridos a cierto modo Schank, y Dennett que una luz nueva, la que nos enseña no es el filósofo de cabecera de todos tanto lo que sabemos, como lo mucho que realmente ignoramos. José tra experiencia del mundo. Después Luis González Quirós de todo, el mismo concepto de individualidad descansa en la preservación de la identidad personal a través del La ciencia tiempo. Cuando Newton introdujo el tiempo en el dominio de la investigadel tiempo ción científica, mostró un método fructífero de analizar procesos físicos, Paul Davies pero nos enseñó poco sobre el propio Sobre el tiempo tiempo. Si antes de Newton el tiemEditorial Crítica po era algo subjetivo, después del físiBarcelona, 1996, 323 págs. co inglés pasó a ser un parámetro apto para ser medido con precisión geomél estudio del tiempo ha interetrica. El tiempo, así concebido, formasado a los filósofos de todas las ba parte de la naturaleza. Pero fue épocas. Los físicos han procuEinstein quien creó el concepto de Erado no introducirse demasiado en la espaciotiempo, con lo que lo transrealidad última de lo que pueda ser el formó en un campo más, al lado de tiempo. Se han limitado a considelos campos electromagnéticos. rarlo como la variable por antonomaAdemás de la relatividad, la mesia. Todos los procesos físicos se reacánica cuántica es la teoría más imlizan en el tiempo. Es más, nuestra portante de la física del siglo XX. Para vida, como vida histórica, como vida los cosmólogos cuánticos, el tiempo biográfica, se desarrolla en el tiempo. es meramente una noción aproximaEs, en el fondo, temporalidad. No da y derivada, de tal modo que el digamos la literatura y el arte, que tiempo puede revelarse como un han dedicado al paso del tiempo muconcepto enteramente secundario chas e inspiradas creaciones. que no tiene relación con las leyes Y he aquí que un profesor de físibásicas del universo. La historia haca, Paul Davies, de la Universidad de bría rizado el rizo desde Newton, Adelaide (Australia), ha dedicado un quien colocó al tiempo en el centro libro a estudiar el tiempo, tal y como de su descripción de la realidad. Panos lo presenta la física en nuestros díra los cuánticos, el tiempo ha emergias. Desde el alba de la historia, la nado de un modo aproximado a partir turaleza del tiempo se ha mostrado de la agitación primordial del cosmos profundamente enigmática y paradójinaciente. Como vemos, el concepto ca a los seres humanos. De alguna forde tiempo, tan importante en nuesma, es el aspecto más básico de nuestras vidas, se está desprestigiando a la