La gran rutina

La gran rutina

Libros

Reseña del libro "La gran rutina" de Valentí Puig.

Jorge Bustos

Nueva Revista 115 de Política, Cultura y Arte, ISSN: 1130-0426

Difusiones y Promociones Editoriales, S.L.

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sus criaturas, que compendian toda la LA GRAN RUTINA casuística antropológica de dos generaVALENTÍ PUIG ciones de catalanes cuyo saldo final es el El Aleph Editores, Madrid, 2007, desencanto unánime. En efecto, más que 192 págs. un narrador de fábula y trama, Puig acusa su natural filiación a la preceptiva del ensayista, y no puede ni quiere adoptar otra a ley del péndulo exige que después mirada al escribir esta novela que remite al de un tiempo de autocomplacencia proLgénero psicológico de los novecentistas, gresista, sobrevenga otro de desengaño con su tempo lírico y su densidad concepy retirada a los bastiones de la tradición. tual sostenida, lo que delata igualmente al Este comportamiento histórico parece cultivador de dietarios. especialmente evidente en Cataluña, más en concreto en Barcelona, objeto de estuPuig se propone novelar el cambio dio sociológico e idiosincrásico en la últigeneracional de la última Barcelona, desde ma novela de Valentí Puig (Palma de el tardofranquismo hasta el primer triparMallorca, 1949), escrita originariamente tito pasando por el largo periodo pujolisen catalán y galardonada con el Premio ta, ese «tránsito de la veneración por Sant Joan. Si el gran Josep Pla, patriarca de Tapies a la admiración por Dalí, de la noula prosa catalana y referencia amorosavelle cuisine a los desayunos de cuchillo mente inevitable de Puig, aplicó la idea y tenedor, y del socialismo al maragallisstendhaliana del espejo al paisaje y las genmo». La gran rutina es una obra reflexites de una pequeña población ampurdava, ejemplo de un estilo culto que fija las nesa en La calle estrecha, el autor de La fluencias del pensamiento con una sintagran rutina compone un retrato poliédrixis compleja y un léxico vasto y rico —cuaco e introspectivo de la Cataluña maralidades agradecidas por el lector exigengallista, alternando el espacio urbano de te—, trufada de sentencias y digresiones la capital con el microcosmos simbólico del que a veces introducen obsesiones pervalle de Viluma, en donde se ubica la sonalísimas —llama la atención la fijación arquetípica masía que cada fin de semapor el sexo—, donde lo que menos cuenna ocupan los cuatro personajes centrata es el argumento, mero pretexto de la les y sus familias: un editor, un político, tesis personal que postula la decadencia un empresario y un pintor. Una novela coral espiritual de toda una sociedad, sin otra en la que, sin embargo, tienen tanta imporalternativa que una pírrica apelación al bon tancia los diagnósticos generales del narrasens. JORGE BUSTOS dor como las conciencias individuales de