Nueva Revista 102 > La huella escrita del festival

La huella escrita del festival

Fernando Herrero

De cómo alrededor de cien títulos son dedicados a la historia de estos cincuenta años del festival de cine en Valladolid.

File: La huella escrita del festival.pdf

Tags

Referencia

Fernando Herrero, “La huella escrita del festival,” accessed November 22, 2024, http://repositorio.fundacionunir.net/items/show/3094.

Dublin Core

Title

La huella escrita del festival

Subject

Testimonio del festival

Description

De cómo alrededor de cien títulos son dedicados a la historia de estos cincuenta años del festival de cine en Valladolid.

Creator

Fernando Herrero

Source

Nueva Revista 102 de Política, Cultura y Arte, ISSN: 1130-0426

Publisher

Difusiones y Promociones Editoriales, S.L.

Rights

Nueva Revista de Política, Cultura y Arte, All rights reserved

Format

document/pdf

Language

es

Type

text

Document Item Type Metadata

Text

necesaria nueva visión por Los 400 golpes, El proceso Barbarroja, Il posto, La Vía Láctea, El imperio de los sentidos, Sacrificio, Voces distantes, El muro, Fat City, Semilla de crisantemo, Providence, El proceso de Juana de Arco, Corredor sin retorno, La estrategia de la araña, Vania en la calle 42, A través de los olivos. Ello no significa que el resto desmerezca, algunos filmes son de similar o mayor calidad, pero más recientes o asequibles. De todas formas ante el gran número de obras, la subjetividad tiene, necesariamente, que denotarse. De los filmes españoles o sudamericanos destacamos Los viajes escolares, El bosque del lobo, La busca, Familia, Hola, ¿estás sola?, Tiempo de amor, por idénticas razones. Esta polifónica muestra de lenguajes fílmicos demuestra algo esencial. Aun dentro de la exaltación de un humanismo global, el festival se ha caracterizado por la variedad de temas y de estéticas. Todo el cine está representado en estos cincuenta años. Desde el religioso —Bresson en lo alto— hasta el más complejo y difícil. El cine en su expresión La huella escrita del festival F. H. Quizá el testimonio más perdurable de un festival sean las publicaciones que genera, aparte de los catálogos y revistas informativas. Los libros sobre autores y ciclos escritos por especialistas para la SEMINCI forman un corpus bibliográfico de gran interés. Alrededor de cien títulos, desde los primeros, dedicados a las conversaciones, hasta el último de César Combarros sobre la historia de estos cincuenta años, que fue precedido por otro de similar intención de mi autoría, sobre los veinte primeros años, fijado sobre todo en los diversos vectores de la programación. SEMINCI tiene el privilegio de contar con textos escritos por Robert Bresson o Carl Thedor y Dreyer, dos de los realizadores presentados en el festival en sus diversas etapas. plural, en lo clásico, en lo nuevo, en los autores de siempre, el festival ha tenido sus fidelidades: Loach, Bergman, Truffaut, Techine, Kiarostami, Egoyan, Kitano y tantos otros, y los que surgen en cada momento. Para el séptimo arte, la historia del festival, incluidos los hallazgos de la sección «Tiempo de historia», van mucho más allá de la mera exhibición de cada año. En esa sección destacaron el famoso Soy Cuba de Mihail Kalatozov, fresco desde Rusia hacia el país del Caribe de 1964, que curiosamente no gustó a las autoridades soviéticas ni a las cubanas, por lo que después de una semana de exhibición fue hibernado hasta su triunfal reaparición de mano de Coppola. En El Mamut siberiano se nos cuentan, por medio de los protagonistas supervivientes y sus familias, las razones de esta censura política. También, hablando de los nefastos procedimientos que atentan a la libertad del realizador cinematográfico, Carlos Bempar consigue en Las publicaciones han intentado fijar en principio las características estéticas de los ciclos. Han ido ganando en páginas y algunas de ellas son referencia, a pesar de una distribución todavía limitada, porque más allá de las fechas de cada festival tienen un interés generalizado. Esta política ha ido decantándose en el curso de los años, desde el primer estudio breve sobre el nuevo cine alemán de Fassbinder, Herzog y demás. En tiempo de difícil economía hubo que apretarse los machos, y a pesar de ello, ahí están los títulos. Los estudios sobre Edgar Neville, Marquina, Serrano de Osma, los Mihura, quedarán como referencia inexcusable. Es un ejemplo más de ese «amor al cine» y a sus creadores que caracteriza la historia de este festival.