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La Guerra de la Independencia
Ricardo Martín de la Guardia
Reseña del libro "La guerra de la independencia: un conflicto decisivo (1808-1814) de José Manuel Cuenca Toribio.
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Ricardo Martín de la Guardia, “La Guerra de la Independencia,” accessed December 13, 2024, http://repositorio.fundacionunir.net/items/show/2956.
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Title
La Guerra de la Independencia
Subject
Libros e historia
Description
Reseña del libro "La guerra de la independencia: un conflicto decisivo (1808-1814) de José Manuel Cuenca Toribio.
Creator
Ricardo Martín de la Guardia
Source
Nueva Revista 111 de Política, Cultura y Arte, ISSN: 1130-0426
Publisher
Difusiones y Promociones Editoriales, S.L.
Rights
Nueva Revista de Política, Cultura y Arte, All rights reserved
Format
document/pdf
Language
es
Type
text
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HISTORIA La Guerra de la Independencia RICARDO MARTÍN DE LA GUARDIA PROFESOR DE HISTORIA CONTEMPORANEA ace no muchos años, cuando comenzaba a vislumbrarse en el horiHzonte el bicentenario de la guerra de la Independencia, el profesor José Manuel Cuenca Toribio reclamaba, en un incisivo artículo titulado «Defensa e incluso apología de una conmemoración: 18081814», una preocupación real de las instituciones políticas y culturales para proporcionar un marco libre de estudio y debate sobre este acontecimiento de gran magnitud para el devenir de España como nación. A continuación, apostillaba: «Es por entero infructuoso conjeturar acerca del signo de la fuerza o fuerzas que para entonces ocupen el poder estatal y autonómico. Sean las que fueren, sería muy de desear que la tan cacareada independencia de la sociedad civil fuese por dichas calendas una incontestable realidad y que el gobierno o los gobiernos limitaran su importante protagonismo a estimular y respaldar las iniciativas nacidas de la comunidad académica e instancias civiles interesadas por una decorosa y rentable cultural y socialmente conmemoración del descollante acontecimiento» (Cartas a un joven historiador. Estudios historiográficos, Ediciones Encuentro, Madrid, 2005, págs. 143144). A tenor de la coyuntura actual, la incertidumbre sobre qué se hará de dicha conmemoración continúa e incluso se acrecienta. Por fortuna, libros como el que ahora presentamos infunden esperanzas a la hora de crear un clima de discusión apropiado. Como la mayor parte de los momentos trascendentales en la historia contemporánea de España, la guerra de la Independencia no ha sido ajena al interés analítico del profesor Cuenca. Especialista de reconocido prestigio en la historia de la Iglesia en España, sus incursiones en la investigación de campo de los años comprendidos entre 1808 y 1814 han dejado en las últimas décadas un reguero de publicaciones completamente renovadoras que explican la actitud e implicaciones del episcopado español en la Guerra del Francés. Otro tanto ha ocurrido con su sólida producción historiográfica acerca de su tierra natal, Andalucía, donde nos ha dejado páginas imborrables para acercarnos a lo que esta región supuso social, económica y culturalmente para el transcurso y la conclusión de la guerra. Con este profundo conocimiento, tanto empírico como de la vasta bibliografía dedicada a la época, Cuenca está perfectamente pertrechado para abordar una síntesis, en el mejor sentido de la palabra, sobre los orígenes de la contemporaneidad en España; y decimos «en el mejor sentido de la palabra» porque Cuenca no se limita a una mera recopilación, revisión y actualización de los trabajos vertidos sobre aquellos años trágicos para el país labor de por sí meritoria, sino que, como ya demostró al abordar el otro gran conflicto que ha sacudido el solar patrio (la guerra civil), es capaz de conjugar lo más sustantivo del quehacer investigador previo con su aportación personal, todo ello dentro de una coherente interpretación de tan decisivo periodo. Se adelanta así al previsible aluvión de obras y opúsculos surgidos al calor del bicentenario que, sin lugar a dudas, abarrotarán los anaqueles de las librerías pero que en gran parte y esperamos equivocarnos apenas contribuirán al debate historiográfico. Con la profundidad de análisis y el rigor conceptual característicos de su extensa aportación a la Historia, Cuenca Toribio despliega su estudio a partir de un eje articulador: la evolución política de aquellos años en el contexto del infausto reinado de Carlos IV. Es una elección arriesgada si consideramos las dificultades de mantener un hilo conductor del discurso entre los vaivenes institucionales tanto de la España josefina como de la alzada en armas, pero las resuelve con pericia gracias a su capacidad para engarzar los acontecimientos en la cadena explicativa. Unido a ello, la voluntad de estilo propia de este autor facilita la tarea de penetrar en las causas del enfrenLA GUERRA tamiento entre ellas, por supuesto, la invaDE LA INDEPENDENCIA: sión; pero también los mecanismos psicológicos UN CONFLICTO DECISIVO de la reacción popular, el deterioro de la maqui(18081814) naria institucional, la influencia de las corrienJosé Manuel Cuenca Toribio tes de pensamiento, etcétera y convierte el Ediciones Encuentro libro en una historia integral sólo alcanzada por Madrid, 2006, 414 páginas maestros como el profesor sevillano. Al respecto no queremos dejar pasar otra virtud: es un trabajo histórico y a la vez ensayístico, sin que lo uno excluya lo otro; con la veta comprensiva e interpretativa que toda buena síntesis debe tener, aunque con modestia el autor lo considere «de alta divulgación». Las amplias notas bibliográficas, siempre atinadas para no dejar aseveración alguna al albur de meras especulaciones, y las generosas citas de historiadores a veces contrarios al nudo argumental y explicativo de su obra, manifiestan la valentía de los propósitos del profesor Cuenca de no ocultar otras aproximaciones a la guerra de la Independencia. Más bien sucede lo contrario: la exposición de un amplio bagaje heurístico y bibliográfico tiende a reforzar su posición entre los académicos que han estudiado la materia. Algunos aspectos deben destacarse para aprehender el sentido de la obra, en coherencia con escritos anteriores del mismo autor: sin negar la importancia que en la victoria final sobre las tropas francesas tuvieron los ejércitos británicos, la unidad popular de acción frente al francés, dentro de la cual monarquía y catolicismo desempeñaron un papel esencial, trascendería la propia historia de la guerra para plasmarse en el origen de la nacionalidad española contemporánea. Así, más allá de gestas míticas de la guerrilla o del pueblo contadas por sagas románticas, el ideal unitario sobrepasaría el particularismo propio de años atrás. En segundo lugar, el juego de los actores liberales y afrancesados en el escenario bélico, aun reconociéndose sus aspectos positivos, no resulta exaltado hasta la saciedad como es propio de las interpretaciones ahora dominantes, sino criticado en aquellas acciones que, según el autor, terminarían por ser nocivas para el futuro del país. La lucidez expositiva de capítulos como los referidos a las Cortes de Cádiz y al regreso de Fernando VII abre puertas a una discusión seria sobre verdades que parecen inalterables en ese mismo discurso dominante. Por ello tampoco debe descuidarse el epílogo. En definitiva, el permanente estímulo que mueve al profesor Cuenca a desentrañar la historia nacional lo ha conducido a elaborar un magnífico libro sobre la guerra de la Independencia, una de las épocas más complejas tanto por su dificultad intrínseca como por sus consecuencias para la forja de la contemporaneidad española; libro que no pasará desapercibido para la historiografía y un eslabón más en la prolífica y rigurosa trayectoria del autor. o« RICARDO MARTÍN DE LA GUARDIA nia portuguesa. Describe con detalle el desarrollo de las zonas marítimas, desde Río de Janeiro a Bahía, y del interior, con sus riquezas agrícolas y mineras apenas explotadas. Considera el autor que los abundantes recursos del inmenso país no tardarían mucho en situarlo a la cabeza de las grandes potencias, en igualdad con Estados Unidos. El depurado estilo literario de Zweig se nos muestra al describir la belleza de los paisajes y el encanto de las viejas ciudades coloniales, en abierto contraste BRASIL, con los modernos núcleos industriales y PAÍS DE FUTURO urbanos, como São Paulo y Río. Alaba el STEFAN ZWEIG trato de igualdad entre las razas, unidas Cahoba, Madrid, 2007; por vínculos de fraternidad que facilitan la 328 páginas armonía y evitan los conflictos sociales. Ensalza la tarea humanitaria y civilizadora llevada a cabo por los misioneros jesuitas, mplio reportaje que estudia el nacia los cuales atribuye el mérito de haber promiento, desarrollo y situación de BraAmovido el carácter pacífico de la población sil tal como aparecía en los años cuarenta brasileña. RAFAEL GÓMEZ del pasado siglo XX. El historiador y novelista austriaco de origen judío Stefan Zweig (Viena,1881, Petrópolis, Brasil,1942) exiliado en América ante la persecución nazi, reflejó su admiración hacia el Brasil en este libro, publicado en 1940, poco antes de su muerte. Zweig quedó admirado ante la bahía de Río de Janeiro, al llegar por vez primera a sus costas en 1936. En visitas posteriores, viajó por el interior del país y tuvo ocasión de reunir una extensa documentación sobre la historia de la antigua cologular celo por las cofradías que procesioMEMORIAS DE LA VIEJA DAMA nan durante la Semana Santa, entre el fervor y emoción del pueblo. No es posible ANTONIO BURGOS separar esas expresiones íntimas, de reliLa Esfera de los libros Madrid, 2007, 350 páginas giosidad sincera, a las que se refiere el autor, del carácter y sentido que forman parte de la mentalidad de los sevillanos. ¡Ojo! a belleza y el encanto de Sevilla son de Cualquier intento laicista de erradicarlas, tal naturaleza que hasta serían capaces Lse vería en Sevilla condenado al fracaso. de superar, con mucho, los tópicos ideados para atraer turistas ingenuos, dispuestos En la pluma de Antonio Burgos, vemos a contemplar la fiesta, el ruido y el baile surgir el sueño recogido de tantas plazas que, sin duda, forman parte del atractivo Doña Elvira, la Magdalena, el Museo, de la ciudad. Pero es algo más difícil internaranjos y fuentes que murmuran, árbopretar el significado más profundo y menos les frondosos que llegan al cielo y dibusuperficial que late en el fondo de esas jan en suelo luminosos juegos de luces y expresiones: el espíritu, el alma de un puesombras. La prosa del autor se hace poeblo sabio que ha visto pasar siglos de hissía, al reflejar matices de la realidad que no toria, dolores, alegrías, lujos y miserias, sin es posible describir de otro modo. perder el sentido de la trascendencia, ni La visión de la ciudad abarca también la escala de los valores humanos. la Sevilla de los patios de mosaicos y flores, de palacios y edificios nobles, del AlcáTodo eso, que parece difícil, porque zar amurallado, de la Torre del Oro, la catelo es, ha logrado resumir con singular acierdral y su Giralda, de templos y espadañas, to Antonio Burgos en sus recientes memomonumentos chicos y grandes que se ofrerias de una dama señorial que, no obstante cen generosamente a la admiración del su edad, mantiene juvenil apariencia: la espectador. ciudad de Sevilla. Nos habla el autor de una ciudad con Aunque la obra va dirigida al entenalma, que esconde en sus calles estrechas dido, más que al viajero ocasional, ayuy limpias el misterio de la vida. Personajes dará a cualquiera que desee disfrutar de de vulgar apariencia, hombres y mujeres matices recónditos de la gracia sevillana. de barrio, zapateros, bordadoras, menesAunque también ellos, si deciden leer las trales de antiguo cuño, cobran vida nueva memorias de nuestra vieja señora, que y se mueven dentro de un mundo sencillo, es siempre joven, tendrán ocasión de volde relaciones familiares y humanas que no ver a Sevilla en sosegada visita y descuha logrado desbaratar el ruido de la gran brir por sí mismos los rincones que Antociudad. nio Burgos nos describe entre la nostalgia del recuerdo y la fiel reproducción de una Porque la Sevilla antigua continúa viva, realidad perceptible. RAFAEL GÓMEZ fiel a sus tradiciones, mantenidas con sinlos reyes de España. Este grupo, formado exclusivamente por clérigos de origen rancio o limpio, muy calificados en el ámbito universitario, intransigentes en el aspecto religioso, utiliza la lengua latina con indudable soltura, con la ilusión de limpiar sus adherencias medievales y restaurar la excelencia de sus prototipos clásicos para poner las letras profanas al servicio de un nuevo humanismo cristiano. A este grupo pertenecen Diego de Muros, Bernardino López de CarvajalGarcía de Bovadilla y Diego Ramírez de Villaescusa, autores de las consolaciones aquí editadas. Es cierto que exisEL HUMANISMO CRISTIANO EN LA CORTE DE LOS REYES CATÓLICOS: tía otro grupo cultural acaudillado por el CONSOLATORIAS LATINAS A LA MUERTE cardenal Alfonso Carrillo de Acuña, más DEL PRÍNCIPE JUAN transigente con los conversos, pero que perdió el favor de Isabel y Fernando al apoDIEGO DE MUROS, BERNARDINO LÓPEZ DE yar a Juana la Beltraneja en sus aspiracioCARVAJALGARCÍA DE BOVADILLA, DIEGO nes al trono de Castilla. En contraste con RAMÍREZ DE VILLAESCUSA Y ALFONSO ORTIZ este último, se denomina humanismo crisEdiciones Clásicas 2005, tiano al primero de ellos. Madrid, 530 páginas Toda la literatura culta de la época, en romance o en latín, quedó marcada por el acontecimiento de la muerte del prínn 1497 fallece en Salamanca el hijo y cipe Juan. Además del epitafio de Lucio heredero de los Reyes Católicos, el prínEMarineo Sículo y las elegías de Pedro Márcipe don Juan, en el que se encarnaban tir de Anglería, Bernardino Rizzo y Frantodas las esperanzas unificadoras de los cisco Faragonio, los humanistas españoreinos de Castilla y Aragón. La formación les ponen manos a la obra con sus humanística que recibe el príncipe no es consolaciones latinas. más que otra manifestación del espíritu cultural renacentista que se respira en la En esta edición del texto latino y tracorte española del siglo XV y más en conducción encontramos reunidas por pricreto en el círculo creado por el cardenal mera vez las epístolas 176 y 182 de Pedro Pedro González de Mendoza animado por Mártir de Anglería; el Panegírico a la muerte de don Juan de Diego de Muros; la Epístola consolatoria a la muerte de Don Juan, Príncipe de España de Bernardino López de CarvajalGarcía de Bovadilla; Diálogos sobre la muerte del Príncipe Juan de Diego Ramírez de Villaescusa; incluye también la Consolatoria por la muerte de Don Juan de Alfonso Ortiz, ajeno al círculo del cardenal Mendoza, con una autotraducción al castellano. Todos los autores son presentados en la introducción con un breve apunte biográfico. La obra incluye una abundante bibliografía, un apéndice documental, un útil ESCRITOS Y DISCURSOS POLÍTICOS glosario de nombres propios muy elaboFRANCISCO SILVELA Y DE LA VIELLEUZE rado y una breve cronología histórica relaEDICIÓN, ESTUDIO, INTRODUCCIÓN Y NOTAS cionada con el príncipe Juan. DE LUIS ARRANZ NOTARIO Se unen así en un solo libro la faceta Centro de Estudios Políticos histórica del humanismo cristiano en la y Constitucionales, Madrid, 2005, 341 páginas corte de los Reyes Católicos en un amplio estudio de más de 150 páginas que contextualiza y explica las características de la literatura consolatoria hispanolatina; y ste libro nos ofrece en una semblanza una antología de textos, temáticamente de Francisco Silvela basada en una Ecompactos por la muerte del príncipe Juan antología de discursos, conferencias, ary que permiten al lector adentrarse y distículos de prensa y otros escritos del polífrutar del humanismo renacentista. tico conservador divididos en capítulos, más por el contenido que por su orden croEDUARDO FERNÁNDEZ nológico. Luis Arranz, profesor titular de Historia del Pensamiento en la Universidad Complutense de Madrid, autor de varios trabajos sobre el regeneracionismo español y Cánovas del Castillo, aborda ahora la figura de Francisco Silvela desde sus textos. Ya existía otra antología del año 22, citada por Arranz, de las obras de Silvela, pero hacía falta una selección de los más representativos y un estudio actualizado para contextualizarlos en la política del (189091) con Cánovas. Tras la ruptura momento y en el pensamiento de su autor. definitiva con Cánovas en 1892, entre otras Esto es lo que encontramos en esta obra cosas por su desavenencia en el nombracon un extenso estudio introductorio de miento de cargos públicos, y el asesinato más de 200 páginas. Incluye bibliografía de éste en 1897, Silvela es nombrado líder y cronología del autor, así como un índiindiscutido del partido conservador, hasta ce de nombres. ocupar la presidencia del gobierno en dos ocasiones (18991900 y 190203). A través de los textos se muestra la trayectoria de un joven y brillante abogado En las líneas del estudio introductorio con inquietudes culturales o sociales como encontramos un personaje vitalista y expreaparece por ejemplo en el artículo dedisivo en sus intervenciones, pero sin la precado a Moratín, o en el tratado que lleva paración intelectual y política para afrontar por título La Filocalía o el arte de distinguir los problemas de un incipiente constitua los cursis de los que no lo son. cionalismo español, con la grave crisis del 98 de por medio y unas tesis regeneMás tarde llegan sus primeras incurracionistas más enzarzadas en el debate siones políticas hasta su adscripción al parparlamentario que en la realidad social y tido conservador, a pesar de sus raíces libepolítica del país. «Breve, discontinua y atrirales, su elección como diputado en 1869 bulada», nos define Arranz el paso por el y su vinculación con Cánovas, que descupoder de los gobiernos de Silvela, marcabre en él uno de sus nuevos valores. Sin dos por un análisis preciso de la realidad embargo, Silvela prefiere mantenerse al en temas como el regionalismo, la hacienmargen de los cargos políticos durante el da pública, los jurados populares o la ensesexenio revolucionario, hasta la restaurañanza religiosa, pero que se volvían brución de la monarquía borbónica. mosos y pesimistas planteados bajo una Ministro de la Gobernación con Marretórica regeneracionista. tínez Campos en 1879, ministro de Gracia y Justicia (188485) y de la Gobernación EDUARDO FERNÁNDEZ concepto introducido por el matemático LA PROPORCION AUREA. LA HISTORIA DEL PHI, francés Benoít Mandelbrot quien en 1975 EL NÚMERO MÁS SORPRENDENTE introdujo el concepto de fractal, palabra DEL MUNDO derivada del latín fractus, que significa irregular, interrumpido. Aquí el concepto, más MARIO LIVIO o menos intuitivo, de dimensión desapaEditorial Ariel, rece dando lugar a la existencia de entes Barcelona, 2006, 302 páginas geométricos que pueden tener, además de dimensiones enteras, otras fraccionarias e, incluso, irracionales. e dice que un segmento rectilíneo está SLos dos grandes problemas, que se dividido en media y extrema razón (propresentan siempre, son el de encontrar porción áurea) cuando el segmento total es una definición de lo que se entiende por a la parte mayor como la parte mayor es a Matemáticas, o mejor dicho, por Matela menor. El valor preciso de la proporción mática. Hay autores, que han renunciado áurea es el número infinito e irrepetible, a esta búsqueda, pues cualquiera de las phi=1,6180339887... Este tipo de números definiciones propuestas, resulta insatisinfinitos ha intrigado a la humanidad desde factoria. la Antigüedad. El matemático griego HipaEl segundo problema que se presenta sio de Metaponto descubrió en el siglo V a.C. consiste en explicar cómo abstracciones, que la proporción áurea era un número que como las que maneja la Matemática, explino era ni entero (como 1, 2, 3.), ni una procan o pueden explicar, de alguna manera, porción de dos números enteros (como las nuestro mundo físico y real. Mario Livio confracciones 12, 23, 34., conocidas como cluye afirmando que «la proporción áurea números racionales). Pitágoras y sus discíes un producto de la geometría inventada pulos quedaron consternados. por los humanos. Los humanos, sin embarSobre este número phi han reflexiogo, no tenían ni idea de hacia qué mundo nado, escrito y discutido, personajes de de cuento mágico les conducía este prola categoría del astrónomo Kepler, del ducto. Si la geometría no se hubiera invenmatemático Fibonacci. Así, artistas como tado, quizás no habríamos conocido nunca Debussy, Le Corbusier, Bartok o el físico la proporción áurea. Pero entonces, ¿quién Roger Penrose. El autor del libro, Mario sabe?, habría aparecido como resultado de Livio, nos describe un mundo donde coeun breve programa informático». ALBERTO xisten el orden, la lógica y la belleza. M. ARRUTI Se dedica un apartado importante a la presentación y al estudio de los fractales,