Nueva Revista 108 > Cartas de un comerciante

Cartas de un comerciante

Rafael Gómez

Resumen del libro "Cartas de un comerciante" de George Horacle Lorimer

File: Cartas de un comerciante.pdf

Referencia

Rafael Gómez, “Cartas de un comerciante,” accessed April 26, 2024, http://repositorio.fundacionunir.net/items/show/2901.

Dublin Core

Title

Cartas de un comerciante

Subject

Libros

Description

Resumen del libro "Cartas de un comerciante" de George Horacle Lorimer

Creator

Rafael Gómez

Source

Nueva Revista 108 de Política, Cultura y Arte, ISSN: 1130-0426

Publisher

Difusiones y Promociones Editoriales, S.L.

Rights

Nueva Revista de Política, Cultura y Arte, All rights reserved

Format

document/pdf

Language

es

Type

text

Document Item Type Metadata

Text

tad a los principios, respeto a las personas y fidelidad a los vínculos familiares, quedan expuestas con claridad en las cartas que un padre, trabajador incansable «hecho a sí mismo», escribe a su hijo, recién llegado a la Universidad de Harvard. Por boca del padre habla la experiencia sin estudios. Sí, al hijo le corresponden los estudios, pero le falta la experiencia. En las supuestas cartas, John Graham, el afortunado hombre de negocios surgido de la nada, se esfuerza en orientar al joven universitario, tanto sobre el CARTAS DE UN COMERCIANTE mejor modo de afrontar sus estudios como, GEORGE HORACE LORIMER una vez graduado, sobre la fórmula adeHomo Legens, Madrid, 2006, cuada para guiar sus primeros pasos en 277 páginas el terreno profesional. En la realidad, el verdadero autor de n los comienzos del siglo XX no era tarea las cartas fue el afamado periodista Georfácil establecer el horizonte de un futuge Horace Lorimer (18671937), uno de Ero que vendría marcado, a no mucho tarlos grandes maestros del periodismo nordar, por el predominio económico, industeamericano de su época. La supuesta trial y político de los Estados Unidos de correspondencia del imaginario señor GraAmérica. Sin embargo, para cualquier buen ham apareció publicada por primera vez observador la joven sociedad norteamerien la revista semanal Saturday Evening Post cana ya apuntaba en esos años algunas de durante los años 1902 y 1903. A esas carlas claves que, a partir de la segunda mitad tas, que pronto gozaron del entusiasmo del siglo, habrían de convertirla en «el popular, se les atribuye parte del gran éxito nuevo imperio», la gran potencia indiscude la revista y el prestigio logrado, a partida dentro del panorama internacional. tir de entonces, por Lorimer en el panorama periodístico de su país. Esas claves, basadas en el trabajo profesional bien hecho, el espíritu emprenÉxito que se repitió, cuando al agodedor, la honradez en los negocios, lealtarse las miles de sucesivas impresiones de las «cartas», reunidas en un volumen publisuave, aunque irónica y salpicada de anéccado por la editorial Small, de Boston, y del dotas curiosas, personales, de las cuales se cual no existía versión española. extrae siempre una enseñanza provechosa. A través de la jugosa correspondenCon frecuencia, el autor de las carcia, el señor Graham expone a su hijo, con tas alude a experiencias de su infancia y meridiana claridad, los criterios a seguir juventud o de la vida familiar, así como a ante las barreras que, con el paso de los episodios derivados de la profesión que años, le cerrarían el camino en la dura lucha demuestran el triunfo de la generosidad con la vida. sobre el egoísmo, de la rectitud sobre la falta de escrúpulos. Los consejos son muy amplios y detallados, ya que abarcan los distintos ámbitos Al examinar el contenido de las carde la personalidad. A ellos debería ajustar tas y comprobar el tono pedagógico, edusu conducta, si es que aspiraba, como así cativo, que transmite valores referidos al debería ser, a convertirse, primero en ciumodo de comportarse, puede surgir una dadano responsable y buen padre de famipregunta indiscreta: ¿Serían recibidas lia, y al mismo tiempo, en un profesional actualmente esas cartas del ciudadano Mr. honrado, trabajador y solidario. Han pasaGraham con el mismo entusiasmo de do los años y al leer hoy la escala de valoentonces? ¿Se atrevería hoy en día un res humanos y cívicos vigentes hace apenas padre a proponer al hijo universitario la un siglo, uno tiene la sensación de que el escala de normas morales a los cuales tiempo transcurrido es mucho mayor. debería ajustar su conducta? Bajo la inocente fórmula epistolar, la Es verdad que los tiempos han camobra esboza en su conjunto una síntesis de biado. Que ni la sociedad actual ni las coslos valores sólidamente instalados en la tumbres, ni las profesiones son las mismas base de la sociedad norteamericana a prinde un siglo atrás. Pero el ser humano, sus cipios del siglo XX. deseos, aspiraciones y sentimientos son los mismos, hayan transcurrido cien, quinienSon valores que formaron parte de la tos o mil años. cultura occidental y quedaban referidos a virtudes sencillas: sobriedad en el gasto, No estaría de más, a la vista de nuescapacidad de ahorro, seriedad en el trabatras comentadas cartas, reflexionar sobre jo, valor personal, amor a la verdad, fidelila validez de un concepto de la vida que dad a los compromisos y a la palabra dada, ofrece, para jóvenes y adultos, una actuacomo normas de conducta que distinguen lidad permanente. rafael gómez al hombre honrado del desaprensivo. Los consejos se proponen sin recurrir a argumentos de autoridad, sino de experiencia. Prevalece el raciocinio sobre la imposición. La prosa reviste una forma