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"Industria española del cine". ¿Qué industria? ¿Cuál cine?

Rafael Llano

Reseña bibliográfica de "La promesa de Shanghai" de Victor Erice; "Armas, mujeres y relojes suizos" de Eduardo Torres-Dulce Infante; "Imagen, memoria y fascinación" de Varios Autores.

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Rafael Llano, “"Industria española del cine". ¿Qué industria? ¿Cuál cine?,” accessed April 25, 2024, http://repositorio.fundacionunir.net/items/show/2824.

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"Industria española del cine". ¿Qué industria? ¿Cuál cine?

Subject

Libros

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Reseña bibliográfica de "La promesa de Shanghai" de Victor Erice; "Armas, mujeres y relojes suizos" de Eduardo Torres-Dulce Infante; "Imagen, memoria y fascinación" de Varios Autores.

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Rafael Llano

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Nueva Revista 082 de Política, Cultura y Arte, ISSN: 1130-0426

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Difusiones y Promociones Editoriales, S.L.

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Nueva Revista de Política, Cultura y Arte, All rights reserved

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ductos digitales hará que los exhibidores recobren el resuello. Porque si en la última década del pasado siglo hubo un incremento de 65% del número de salas de cine en los Estados Unidos, que sumaron 36.000 —paralelo, no obstante, a un aumento del número de espectadores no superior al 20%—, en 200 cerraron en ese país 200 pantallas cada mes, y es previsible que al final de 2002 no halla más de 30.000. Se presume, finalmente, que los costes de producción de copias y puesta a punto de la publicidad en pantalla (inserción manual de las bobinas publicitarias, etc.) también disminuirán al trabajar con soporte digital, de modo que el canon de publicidad mejorará también en favor de las salas. «Industria española del cine». ¿Qué industria? ¿Cuál cine? En una reciente entrevista (El cultural, 15 de mayo 2002), señalaba Víctor Erice tres etapas en la ya más que centenaria historia del cine. Desde su comienzo hasta, digamos, la II Guerra Mundial, este medio habría sido un arte de masas, es decir, de héroes tan populares como Chaplin. Empezó luego el que Erice llama cine de la Modernidad —y que otros autores, como Jos Oliver en la presentación de un ciclo de Claves para una historia del cine, ha llamado recientemente Realismo cinematográfico—: el cine, en todo caso, que «constituyendo un testimonio de su época, fue a la vez creador de formas y medio de conocimiento». Pero, también en los cuarenta, había nacido el medio de comunicación que, tras décadas de rápido desarrollo, no sólo compite en la actualidad con el cine por el favor de las masas y ya le gana, sino que amenaza con absorber —según otros, puede jactarse de haberlo conseguido ya — al cine como icono sociológico, como forma artística y como medio de conocimiento. Muchos, y a cada cual más halagüeño, son los mensajes que se lanzan desde las plataformas del cine digital. ¡Veremos realizado este paraíso que se nos promete? LOS PRIMEROS AFECTADOS Auspiciado por Suecia, que ostentaba entonces la presidencia del Consejo de Ministros de la UE, se creó en junio de 2001 una plataforma digital llamada European Digital Cinema Forum (EDCF) y que fue inmediatamente sustentada por la Comisión. Se ha organizado internamente mediante tres comisiones o módulos de trabajo, encargados de estudiar respectivamente los problemas comerciales, de contenidos y En la actualidad, sólo las grandes empresas del sector Audiovisual —así llama Erice al conglomerado de producción y competencia televisiva y fílmica, característica de la más reciente etapa de la historia del cine— decidirán qué futuro aguarda al medio cinematográfico: si se transformará en algo nuevo, de naturaleza aún desconocida; si sobrevivirá, en proyectos que se colorearán seguramente con tintes de empresa épica; o si, finalmente, como el Kn.r ¡beriews, LA PROMESA DÉ SHANGHAI su desaparición es inexorable. VICTOR ERICE Nuestro país es una pequeña provincia dentro de Adaptación ciñen!atogrüica la plataforma europea de la producción audiovisual, de El embrujo de Sfumgfoti, que a su ve: está bañada por las corrientes del Golfo, de Juan Matse cálidas, atractivas, señoras del sector. Lo que observaPlaza y Janes Editores mos en nuestro país no es pues, necesariamente, prueColección Arete Barcelona, 2001, ba de lo que va a suceder en el mundo en materia 198 páginas cinematográfica. Sin embargo, recientemente hemos tecnológicos derivados de la implantación del nuevo soporte. Estas comisiones han tenido desde entonces reuniones periódicas, para seguir de cerca los movimientos en este sector. Pero los exhibidores de cine no están contentos con el modo de proceder de la Comisión. LUnion International des Cinemas (UNIC), que agrupa en Europa más de 24000 pantallas y que mueve a más de 840 millones de espectadores cada año, ha reprochado a la Comisión eí haberse precipitado a impulsar una iniciativa promovida básicamente por los fabricantes de sistemas, invitados a presidir esas reuniones, ignorando al mismo tiempo a las asociaciones de exhibidores, cuyo parecer y presencia no han sido por el momento requeridos. presenciado sucesos tan señeros que no será arriesgado aproximarse a ellos como índ ices del futuro general de esta parte de la cultura. El evento más sonado ha sido el affcare de la adaptación cinematográfica de la novela de Juan Marsé, en la que Víctor Erice había trabajado con pasión durante los últimos años. La historia de esta decepción nacional, protagonizada por Andrés Vicente Gómez, y cuyos principales espectadoresvíctima hemos sido quienes esperábamos de la cultura española algo más que Ía segunda entrega de Operación Triunfo; la historia de un desengaño, digo, demasiado frustrante y demasiado conocida para volver de nuevo sobre ella, ha servido al menos para dejar una cosa clara: que quien gustaba de ser reconocido como el productor español mejor adaptado a las imposiciones del medio, es decir, a los resultados de caja, es decir, a las leyes del mercado, ha venido a demostrar, al quitarle a Erice el proyecto y dárselo a un director, tan buen profesional como dócil a sus (¿veleidosos?) mandatos, que ese supuesto es falso, es decir, que él no sabe cómo funcionan las leyes del mercado en lo tocante al cine, porque la adaptación cinematográfica de E! embrujo de Shangai que finalmente se decidió a producir ha sido un fracaso a pesar de esa china tan dada de cosméticos que, contratada El pasado 27 de junio del 2001 se reunieron en Amsterdam los presidentes de las federaciones de profesionales de la exhibición de Alemania, Austria, Australia, Bélgica, Canadá, Dinamarca, España, Estados Unidos, Finlandia, Francia, Holanda, Hungría, Italia, Noruega, Reino Unido y Suiza, para intercambiar opiniones sobre la evolución posible de la proyección digital y de su repercusión en las salas de cine en varios continentes. Fruto de esa reunión tue la redacción de un documento, al que posteriormente se adhirió también ía federación de Japón, que se dio a conocer a los medios del mundo entero el día 14 de diciembre del 2001, en rueda de prensa simultánea en todos los países citados. Los problemas que deberían ser resueltos antes de implantar un sistema de por Lola Films, ha inundado las consolas de las paradas de autobús y los tablones de anuncios belle époque del Ayuntamiento durante semanas. No, la película no ha hecho caja. Así que Andrés Vicente Gómez no sólo sabe poco de esa Modernidad cinematográfica, que pugna por no morir asfixiada, sino que ni siquiera es ese tiburón capaz de manejarse como nadie en el proceloso mar de lo Audiovisual, según todos suponíamos. Al final, no puede extrañar que Admira haya ARMAS, MUJERES tenido que suscribir la ampliación de capital de Lola Y RELOJES SUIZOS Films, para que la promesa de Shangái no degenerara en EDUARDO TOARESDULCE UFANTE el fiasco —en Ea suspensión de pagos— de Andrés Prólogo de Vicente Gómez. Guillermo Cabrera Infante Éste es, pues, el primer indicio de que «algo huele Ediciones Nickel Qdeon a podrido» en España: que tas grandes películas en Madrid, 2001, 190 páginas este país encuentran sus mejores productores... entre los editores de libros. proyección digital en los cines, sustitutorio del soporte fotoquímica, son —según ese documento— los siguientes. POR QUÉ RESISTIRSE En lo referente a la caliA LOS ENCANTOS DE LA SIRENA dad, el actual soporte fotoquímico en 35 mm es muy satisfactorio. En los últimos años se han logrado notables mejoras en la definición, color, inscripción del sonido, etc., en ese soporte. Además, las salas de exhibición, en su práctica totalidad, han sido renovadas de arriba abajo, para adaptarse a esas mejoras. ¿Habría que empezar de nuevo la adaptación de las salas? La segunda muestra que he podido recoger en el agostado campo de nuestra cultura cinematográfica son los recuerdos que Eduardo TorresDulce reúne bajo el título Armas, mujeres y relojes suizos, y que está en las librerías con el sello de la editorial Nickel Odeon. En las primeras páginas, el autor desvela la inusual conexión de este texto con el ciclo de la vida, pues fue en otoño de 1977, al poco de haber fallecido su padre, cuando el libro halló modo de llegar al mundo. Las imágenes, los diálogos, las secuencias, los rostros, los gestos de las películas dilectas acudieron como la sangre a la herida abierta, con manifiesta vocación paliativa. Como si el organismo hubiese necesitado reactivarse, emocionarse para sentirse a sí mismo más vivo, cerciorarse de que, a pesar del desconsuelo, había comprendido algo de la vida y reconocía pequeñas islas de terreno firme, sobre las que seria posible brincar y escapar así de las amenazantes arenas movedizas en torno: rodo eso, echando mano del cine. Por excepcional que sean tanto el resultado como el autor de este libro, que el cine haya sido capaz de realizar esta función vital parece confirmar las hipótesis de Erice, acerca de la naturaleza y potenciales del medio: antes que enajenante medio audiovisual —antes que videojuego idiotizante y thriller compatible Los instrumentos Je reproducción de soporte digital logran sin duda una calidad cada ve; mayor. Hoy se están obteniendo 1280 K 1024 pixels, es decir, 1.2 pixels por imagen. En todo el mundo hay 33 salas equipadas dígita (mente, a lasque han podido llegar hasta eí momento 28 títulos en soporte digital y otros tantos que llegarán a lo largo de este año. La exhibición digital está, pues, en marcha. Sin embargo, es difícil imaginar cómo un sistema operativo y de alta calidad, como el actual, puede ser sustituido por otro que, hoy por hoy y a medio plazo, seguirá ofreciendo inevitablemente prestaciones de rango interior. En caso, no obstante, de que se llegue a alcanzar una calidad incluso superior a la que se obtiene en la actualidad por medio del soporte con la ingestión de palomitas—, el cine era y debería seguir siendo medio de conocimiento de la realidad, instrumento de afirmación de la personalidad en el mundo y tipo comprensivo de la identidad social de la comunidad política. Quiero, finalmente, referirme a otro botón Lie muestra, para acabar de aclarar (o de embrollar) los componentes de este paisaje con niebla. En los últimos añas, prodtictores tan expertos y de trayectoria tan, en general, comprometida con el medio, como Elias Querejeta, se han decantado por ía producción de películas documentales. La espalda delmundo (2000) o Asesinato en Febrero (2001), como también, por citar otro ejemplo, Los niños cíe Rusia (2001), de Jaime Camino, han sido elogiadas por la crítica y, lo que es más notable, premiadas por el público, que ha ocupado durante meses las salas donde se proyectaban. En esta línea, sin embargo, ninguna muestra tan valiosa como En construcción (2001), la película documental de José Luis Guerin, que obtuvo el Premio Especial del Jurado y el Internacional de la crítica en el último Festival de San Sebastián, el del Círculo de Escritores Cinematográficos y varios Goyas. Valorada desde el punto de vista de los criterios de lo Audiovisual, la película de Guerin es un cúmulo de despropósitos. La han hecho, para empezar, unos fotoquímica, sería deseable evitar un caos similar al que advino con la llegada del sonido digital, por falta de regulación. Que sea deseable disponer de un estándar único para las producciones digitales no significa que las posibles alternativas de equipamiento hayan de verse arbitrariamente reducidas. También en la exhibición cinematográfica los monopolios están desterrados. Pero, como los actuales equipos de sonido ya lo prueban, es posible llegar a una colaboración entre diversas compañías de componentes y patentes. Lo importante sería lograr un estándar para la comprensión y la encriptación de las imágenes, por medio deí cual ¡os diversos sistemas resulten compatibles y mutuamente operativos. estudiantes —bien es verdad que dirigidos por el último Premio Nacionnlde Cine—. Se trato, además, de un documental sobre la realidad urbana barcelonesa, cuya capacidad para despertarei interés de los espectadores no queda confiada a ninguna trama ni a ningunos personajes, sino a a pura y desnuda eventualidad de la vida popular de un barrio. Confianza en el medio y confianza en la realidad —ésta «nunca te deja tirado», ha declarado Guerín—: dos IMAGEN, MEMORIA convicciones sólidas que, a fuer de subjetivas, han Y FASCINACIÓN. N0TA5 SOBRE logrado efectivos, asombrosos resultados objetivos. EL DOCUMENTAL EN ESPAÑA Es notable que los espectadores no le hayan dado JOSEP MARIA CATAIA JOSETXO la espalda a En construcción; que amplios sectores CERDÁN, CASIMIRO TORREIRO del público hayan premiado las subjetivísimas con(COORDS.) vicciones de Guerin con tan amplio consenso. Editado por Festival de Chic Español de Málnga El cine como metíer más artesanal que indusy Ocho y Medio, Litiros de Cine trial (entre cuyos parientes próximos se me antoja Madrid, 2001. 352 páginas Además, sería deseable que el sistema de provisión de copias digitales fuera múltiple, es decir, apto para el soporte físico, la transmisión vía Satélite, el envío por cable, etc. Los sistemas de envío, por su parte, deben garantizar la protección de la obra cinematográfica por medio de sistemas de codificación que eviten los incalculables daños por cuenta de la piratería, la difusión universal en la Red, etc. Por otra parte, la sala de exhibición debería seguir siendo la primera ventana comercial de la obra cinematográfica. La posterior apertura de su difusión habría de seguir los cauces de la actual, que facilita el impacto de su salida. contar a los alhañiles de El so! del membrillo), una película sin historias de personajes de opereta (hoy diríamos: de fantasías de una noche de copas con ingesta de a nietas de diseño); un facsímil de la vida real, de 1a sustancia de lo que nos ocurre; un testimonio de una época y una forma de aprendizaje y, a juzgar por ios resultados, también de conocimiento*, todas estas sencillas, discretas características del mejor cine documental actual, ¿confirman o niegan las posibilidades aún vivas de la Modernidad, del Realismo cinematográfico? Me atrevo a hacer dos recomendaciones finales, con ayuda de los cuales el lector pueda animarse a responder a esa cuestión. La primera es repasar un volumen sobre Imagen, memoria y fascinación, que Josep María Cata 1.1, Josetxo Cerdán y Casimiro Torreiro han coordinado, y en el que se reúnen unas Notos sobre eí documental en Es|xma, que resultan imprescindibles para quien quiera afianzarse en este terreno. V ésta es la segunda: que se disponga a ver Alumbramiento (2002), un cortometraje de Víctor Erice inserto en una película colectiva (Ten minutes older), próxima a estrenarse, y de la que dependerá, en gran parte, la promesa depervivtmcia del cine en España. •» RAÍA EL LLANO