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Novelas buenas y malas

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“Novelas buenas y malas,” accessed November 22, 2024, http://repositorio.fundacionunir.net/items/show/2642.

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Novelas buenas y malas

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Nueva Revista 132 de Política, Cultura y Arte, ISSN: 1130-0426

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Difusiones y Promociones Editoriales, S.L.

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Nueva Revista de Política, Cultura y Arte, All rights reserved

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NOVELASBUENAS Y MALASCarmen Bobes¿Buenas y malas novelas? ¿Cómo distinguirlas? La novela es un género literario vinculado en su origen a la épica.Participa de todos los rasgos de lo literario: es una creación humana, de tipo mimético(en sus aspectos psicológicoy sociológico), se inserta en la historiade la cultura, esun hecho semiótico,como todo lo que hace el hombre, seexpresa mediante signos lingüísticos, y aspira a ser artístico. Específicamente la novela es el relato en lenguaje literario de una historia humana (mimesis de una conducta,real o fantástica).Todas estas características las cumple deuna forma u otra la novela desde su origen, en sus obrasconcretas y, por todas ellas, puede ser considerada buena omala. Buenas y malas novelas no hace relación, pues, solamente a la bondad o maldad moral de las historias narradas, sino a todos los criterios a los que pueden responder.El origen óntico de la literatura, y, por tanto, de la novela, lo sitúa Aristóteles en la tendencia humana a copiarlo que ve y a complacerse en las copias, que hace utilizando materiales diversos: la palabra, la línea, el color, lapiedra, etc.El origen histórico de la novela se vincula a la Odisea,poema épico al que se califica frecuentemente de novelanueva revista· 13277carmen bobesde aventuras. El primer tipo de novela fue la bizantina,IIal IV; enque se desarrolla ampliamente entre los siglos tre las más famosas, Las Etiópicas o Teágenes y Cariclea,de Heliodoro, y Leucipa y Clitofonte,de Aquiles Tacio(fiII), constituyen el canon temático y formalnales del siglo del género.A lo largo de los siglos fueron surgiendo otros tipos denovela que conservaron los rasgos de las primeras y enriquecieron el discurso con nuevos temas y nuevos recursos.Los nuevos tipos de novela suelen relacionarse con otrasformas de la cultura y del arte del tiempo en que apareceny reciben diversos nombres que tienen que ver con su contenido, con el enfoque que aplican, con el movimiento filosófico o cultural que siguen: novela de caballerías, sentimental, picaresca, El Quijote, novela realista, lírica, gótica,policiaca, posmoderna, etc. Aunque se escriben novelas entodos los siglos y el género se renueva continuamente, en geXIXes el siglo de mayor auge de laneralse considera que el novela, cuando tiene una mayor presencia e influencia enla sociedad. El Quijote inaugura la llamada novela moderna,que sigue una trayectoria que va primero a la novela inglesaXVIII, luego al realismo francés del XIXy se implandel siglo XX. Losta y diversifica en todo el mundo culto en el siglo modelos más frecuentes se manifiestan bajo dos modalidades: las novelas de acción y las novelas del mundo interior;las primeras suelen ser más objetivas, suelen utilizar la expresión en tercera persona y suelen ser un reflejo de la vidahumana en un entorno social; las segundas suelen ser subjetivas, suelen expresarse en primera persona y suelen tener un ritmo mucho más lento.nueva revista· 13278novelas buenas y malasLas bizantinas (como ocurrirá con las posteriores) constituyen un tipo porque las historias y los recursos de latrama, con la composición y disposición de los motivos,se repiten una y otra vez: viajespor países fabulosos y espacios a veces míticos; aventuras sin cuento: ataques depiratas, raptos, naufragios, peligros; encuentros y alejamientos;sucesos extraños, fantasiosos, portentosos, etc.; personajessiempre jóvenes, siempre enamorados y fieles, siempre bellos: el tiempo vital se detiene en una especie deeterna juventud, mientras dura el relato.Igualmente se repiten y se consagran en la bizantinaalgunos recursos que va dando especificidad a la novela:las historias suelen empezar in medias res, como la Odisea, y tienen casi siempre un final feliz, de encuentro yvuelta a casa, con el cierre del espacio y del tiempo. Estoda lugar a un relato de acción, de estructura circular, conpersonajes que a veces cuentan su propia historia pasada,intercalándola en la general del narrador,omniscientey entercera persona, lo que origina un discurso con varias perspectivas, distintas voces y ritmos variados.La construcción de la novela que se inicia in mediasresgenera un relato que cuenta desde el presente una historia pasada, al menos en parte, y, por tanto, seleccionalossucesos más relevantes funcional o estructuralmente y,como conoce el desarrollo, no se detiene en informes secundarios, por lo que su ritmo es rápido. Si la narraciónse hace en presente y progresa con los hechos, tiene quecontar todo, pues no tiene la perspectiva necesaria paraseleccionar, ya que cualquier detalle puede resultar relevante para las relaciones y el desenlace, y el ritmo de laacción se hace necesariamente más lento.nueva revista· 13279carmen bobesOtro de los recursos de las novelas bizantinas es el metarrelato: al revisar el pasado, contado por un narrador homodiegético (un personaje), el narrador general suele hacer crítica sobre la forma de contar. Es un recurso queutilizará Cervantes en El Persiles, y, más sofisticado, en ElQuijote, en las alusiones a la primera parte que ya hanleído algunos de los personajes de la segunda, y en las referencias frecuentes alQuijotede Avellaneda.La bondad de este tipo de novela, considerando su temática y sus recursos, se centra en su finalidad, que no esotra que entretener el ocio del ciudadano. La utilidad dela tragedia, que Aristóteles situaba en la catarsis y que erabeneficiosa para la polis porque calmaba los ánimos delespectador, es un argumento que puede trasladarse a la novela, a pesar de que el proceso de comunicación es muydiferente: el teatro se dirige a un público muy numeroso,mientras que la novela tiene un receptor individual. No obstante,aunque el hombre lee en solitario, en las épocas deéxito de la novela, la proyección social es muy amplia y puede alcanzar efectos didácticos, ideológicos, políticos, etc.,y, de hecho, los poderes fácticos han utilizado a lo largode la historia estas posibilidades de la novela.En el Renacimiento italiano, con la fórmula de delectare et prodesse (deleitar aprovechando), el arte se consideraun instrumento para entretener honestamente el ocio ytambién para educar a la juventud, para encauzar y controlar los sentimientos, para orientar los instintos, etc. Lapolémica suscitada en la Contrarreforma sobre el Decameróny sobre las comedias de Terencio, declaraba que elarte literario es bueno si educa moral y lingüísticamente anueva revista· 13280novelas buenas y malaslos lectores y si los entretiene sin exaltar los ánimos; esmalo si degenera las conductas, si pervierte la sensibilidad.En todos los tiempos la novela conoce unos recursosde intensificación que el autor pone al servicio de una finalidad, señalada o no por la sociedad: el novelista destaca los temas que quiere situándolos en un lugar privilegiado del discurso (al principio o al final, por ejemplo), o conrecursos retóricos de todo tipo, de modo que puede influiren la aceptación de unas ideas frente a otras, de unospersonajes determinados, de una visión política, moral, jurídica, etc. Por ejemplo, si su objetivo preferente es deleitar, incluye:a)Elementos suspensivos, que mantienen el interés yevitan que se abandone la lectura; el abuso de este recurso lo llevó a cabo la novela por entregas y persiste hastalos actuales culebrones televisivos.b) Elementos satíricos o paródicos que interesan al lector por la crítica social y política que generalmente recogen; la risa, o mejor la sonrisa, es siempre satisfactoria parael lector porque crea una especie de complicidad con eltexto.c)Elementos informativos: sobre hechos históricos,personajes reales, datos interesantes, que, aunque seanfalsos, consiguen que el lector tenga la sensación placentera de que está aprendiendo algo.Estos y otros recursos semióticos de intensificaciónson utilizados por la novela de todos los tiempos para subrayar motivos, caracteres o ideas textuales, de maneradirecta y consciente, o bien intuitivamente, y producensus efectos en el lector, en un proceso de comunicaciónnueva revista· 13281carmen bobesliteraria que se suma al proceso lingüístico, literal, deltexto.Y, sin salirnos de la finalidad didáctica, no podemos olvidarla proyección educativa que sobre el uso del lenguajetiene la novela. El lector aprende a expresarse con corrección, en buen lenguaje; aprende también a argumentar, aconocer recursos retóricos y estilísticos, y puede alcanzarpropiedad y mejorar su expresión.El análisis de los recursos y formas de la novela puedecontinuarse sobre el relato medieval, tanto los cortos (Decamerón, Libro de Patronio...) que originan la técnica del’enfilage, en la que un marco común les da unidad, como alos relatos largos, como la novela de caballerías o la novelasentimental, que aportan orientaciones y enseñanzas sobrelas buenas maneras, sobre las relaciones entre los amantes,sobre las conductas generosas, amorosas y altruistas...En este sentido podemos añadir a los criterios de construcción, de temas y de lenguaje, que dan lugar a novelasbien o mal hechas, un criterio moral: las novelas son ejemplosde conducta. Aquí habría que considerar tambiénotros elementos, como el desenlace: una conducta ejemplar que lleva a un desenlace desastroso, o una conductaperversa que es premiada por un desenlace feliz, son ejemplosperversos, y lo son también las novelas que inducen ala violencia, suscitan deseos de rebeldía, de venganza, etc.Las novelas con ese desarrollo no son precisamente ejemplarizantes y deben ser rechazadas, en principio.Precisamente en la polémica renacentista sobre la comedia, se censuraba que tratase de conductas poco ejemplares, como los enfrentamiento entre padres e hijos, elnueva revista· 13282novelas buenas y malasengaño y la falta de fidelidad entre los amantes, las traiciones, las burlas, la frivolidad, la falta de responsabilidadde jóvenes y viejos, etc. Pero, según la doctrina aristotélica, si el desenlace hacía triunfar el bien y castigaba elmal, esas conductas depravadas podían ser modelo de loque no debía hacerse. Los ejemplos pueden surtir efectopor vía positiva, que induce a imitarlos, y por vía negativa,que induce claramente a rechazarlos.Buenas o malas conductas en relación al desenlace;lenguaje correcto, claro y brillante en su expresividad y ensu estilo, dignifican las obras, tanto las comedias como sugénero épico paralelo, las novelas.Todos los caracteres de la novela, el ser humana (psicologíade la novela sociologíade la novela), el ser histórica,el ser cultural,son criterios que ha utilizado la crítica tradicionalmente para señalar su bondad: se habla de novelas que reflejan lo humano de manera magistral, que sonejemplos de profundidad psicológica, o reflejan a la perfección los valores sociales; se ha valorado la propiedadcon que algunos novelistas crean personajes verosímiles,refejo de personas reales (novela decimonónica), personajes profundos psicológicamente (Dostoievski), personajesdeconstruidos que siguen manteniendo una unidad referencial (novela posmoderna), etc.XXadquirió la narraEl gran desarrollo que en el siglo tología llevó a establecer unidades y categorías del relato(cuento, novela, cine), que han sido estudiadas con atención y profundidad y han puesto de relieve las razones dela bondad literariade novelas que se consideraron canondurante siglos.nueva revista· 13283carmen bobesNo es posible vincular la bondad al uso de un recursonarrativo, ni siquiera de todo el conjunto: una novela noes buena o mala porque use hábilmente la figura del narrador, o los tiempos del relato, la excelencia procede deusarlos genialmente y eso sólo lo consigue el genio, losdemás autores hacen buenas artesanías, sin alcanzar otrosniveles.El conocimiento de categorías y unidades como la trama, el argumento, los motivos, la función y la secuencianarrativa, el personaje, el tiempo y el espacio, el narrador,la voz, el punto de vista o enfoque, etc., ha facilitado, a lapar que un lenguaje crítico y teórico muy conveniente enla investigación narratológica, una serie de conceptos cuyoconocimiento por los autores, sin duda, pueden influir enla construcción armoniosa de la novela, sin sustituir, en ningún caso, insistimos, al genio.El valor literario, que procede del uso armonioso de losrecursos, pero que es imposible remitir a ninguno en concreto, hacen de la novela un hecho que admite consideraciones axiológicas diversas: en sí misma, en las relacionescon otras novelas, con otros géneros, con otras artes. Hablamos de novelas formidables por su estilo, por sus temas, por su identificación histórica con los valores de suépoca, por su capacidad de crear mundos verosímiles, etc.,y apoyamos en estos logros su valoración,Finalmente, y para comprender la dimensión artísticade la novela, tenemos que aludir al proceso semiótico queinicia el autor (individual) y a través del texto (elementointersubjetivo del proceso) culmina el lector, con su interpretación. Frente al texto lingüístico no literario que es, onueva revista· 13284novelas buenas y malasal menos tiende a ser, unívoco, la novela, como todos loshechos artísticos, es semánticamente polivalente y admitevarias lecturas.¿Buenas y malas novelas? Para calificar de buena omala una novela hay, como se ve, que barajar muchos criterios. O nos dejamos llevar por la primera impresión yprescindimos de racionalidades, o no es tarea fácil. nueva revista· 13285