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La educacion en la encrucijada

Alejandro Llano

De cómo se plantea un nuevo proyecto de educación en España y los parámetros que se pueden estudiar para mejorar lo que tenemos ahora.

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Referencia

Alejandro Llano, “La educacion en la encrucijada,” accessed March 28, 2024, http://repositorio.fundacionunir.net/items/show/1939.

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Title

La educacion en la encrucijada

Subject

Proyectos para España

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De cómo se plantea un nuevo proyecto de educación en España y los parámetros que se pueden estudiar para mejorar lo que tenemos ahora.

Creator

Alejandro Llano

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Nueva Revista 126 de Política, Cultura y Arte, ISSN: 1130-0426

Publisher

Difusiones y Promociones Editoriales, S.L.

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Nueva Revista de Política, Cultura y Arte, All rights reserved

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es

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PROYECTOS PARA ESPAÑALa educación en la encrucijadaALEJANDROLLANOCATEDRÁTICODEMETAFÍSICALa educación en España se ha burocratizado y mercantilizado. Sus enemigos ocupan puestos clave en los procesos de decisión, porque tienenpoder para imponer leyes y reglamentos. Y resulta que esas regulacionesno siempre miran el bien de educandos y educadores, sino que están alservicio de intereses ideológicos.Un proyecto para la educación en España ha de ocuparse, sobre todo,de los planteamientos de fondo. No se trata de introducir reformas, porque tenemos la experiencia de que, en las últimas décadas, los cambios legales de la enseñanza no han sido para bien.En educación, el acierto llega de mano de las soluciones abiertas,mientras que las fórmulas cerradas conducen al error. Nos hallamos hoyen España ante una encrucijada, que se podría desglosar en siete parámetros. En cada uno de ellos encontraremos dos actitudes contrapuestas,que en su cruce componen la figura de una encrucijada. Una de las posturas corresponde a una fórmula cerrada, de la que conviene alejarse,mientras que la otra nos ofrece un panorama abierto, más arduo peropreferible.¿ACTIVISMO O MADURACIÓN?El planteamiento de las reformas educativas en España, tanto en el niveluniversitario como en los estadios previos, está fascinado por el procedimentalismo. Se parte de una premisa más que problemática: el learning by doing. Pero la multiplicación de las actividades no enriquece aquien las realiza. Hacer cosas no implica que los alumnos crezcan pordentro, que se eduquen, que maduren. La maduración en el conocimiento tiene poco que ver con la agitación externa. Desde hace tiempo se84NUEVA REVISTA 126ha difuminado en pedagogía la auténtica noción de hábito, que tienepoco que ver con la rutina, la costumbre o la habilidad. Los hábitos sonavances hacia uno mismo, potenciaciones de las propias facultades, ytienen más que ver con el conocimiento que con la actividad externa.Pretender que los hábitos se adquieran por medio de actividades exteriores y registrables es un exponente del naturalismo que rige algunasconcepciones actuales de la educación.No se trata de que los alumnos sean capaces de hacer más cosas, sinode que ellos mismos lleguen a ser más: más maduros, más sabios, másresponsables. En la educación no hay clientes ni productos. Hay personas que tienen el valor de intentar que otras personas, más jóvenes, sedejen fascinar por los valores que van a hacer de su existencia una vidalograda.¿CONTROL O VITALIDAD?Lo que le sobra a nuestro sistema educativo es organización, lo que le faltaes vida. Y cada vez se agudiza más esta desafortunada tendencia. Al no generar enriquecimiento educativo, el procedimentalismo sólo se evidenciapor medio de documentación. La enseñanza habrá de programarse entonces punto por punto, sin dejar teóricamente espacio para la improvisación ni la espontaneidad.Lo que se considera importante no es que se realice un proceso, sinoque éste se atenga a pautas y quede registrado. A lo que acompaña a laenseñanza y al aprendizaje se le concede más importancia que a la enseñanza y el aprendizaje en sí mismosLa vitalidad, en cambio, no se consigue a base de pautas estereotipadas, sino por inmersión en un ambiente fértil, a través de una convivencia culta. Da la impresión de que a los actuales decididores no les interesa que los ciudadanos sean reflexivos y sepan escudriñar la realidad.Prefieren muñecos mecanizados que reaccionen siempre de acuerdo conlo políticamente correcto.La educación no es algo que se impone desde fuera, sino que consiste en el libre desarrollo de las personalidades jóvenes. Lo que algunospolíticos entienden por educación se parece demasiado a la manipulacióny se aleja a grandes pasos de la libertad.85DICIEMBRE 2009ALEJANDRO LLANO¿EFICACIA O FECUNDIDAD?La eficacia tiene que ver con lo cuantitativo y se plantea a corto plazo. La fecundidad, en cambio, se fija como meta lo cualitativo y apunta al largo recorrido. La diferencia es la que existe entre el mecanicismo y la vida del espíritu, interesada por la generación de realidades nuevas. El encaminamientorígido a conseguir propósitos fijados con antelación mata la creatividad, nosuscita innovación y es escasamente formativo para los ejecutores.Al valorar más la fecundidad que la eficacia, lo importante no es ya loque se logra externamente, sino el mejoramiento de aquellos que lo consiguen. Porque así se está apostando por el futuro y se pone en marchaun círculo vital que se retroalimenta continuamente, y en el que consisteprecisamente la educación. La excelencia no estriba tanto en lo que se resulta capaz de hacer, sino en aquello que se es.En nuestro país se vive una paradoja cultural. Una mayoría de los ciudadanos se declara contrario al modo estadounidense de pensar y de vivir:el american way of life. Y sin embargo, el pragmatismo y el utilitarismose han impuesto entre nosotros de un modo que hubiera admirado a losgrandes representantes del pensamiento más genuinamente americano:Dewey, James o Rorty. No sólo se han marginado las humanidades, sinotambién las ciencias teóricas, como las matemáticas o la física. Nuestrosgobernantes nos dicen que hemos de dar un giro en la economía del paísy encaminarnos hacia la sociedad del conocimiento, en el que el valorañadido sea el saber más. Pero, a la hora de hacer los Presupuestos del Estado, las partidas que descienden drásticamente son las relativas a la educación, la enseñanza, la investigación y la innovación.¿IDEOLOGÍA O FORMACIÓN?Una educación ideológicamente orientada pretende transferir esquemascerrados de un programa político y social a las mentes juveniles. Bien entendido que la finalidad de la ideología no es el conocimiento, la forjadel carácter o la mejora de la convivencia, sino que persigue lisa y llanamente el poder. Pero como tal objetivo no es confesable, en el fondo dela actitud ideológica hay siempre un enmascaramiento. Las ideologías sonincompatibles con la búsqueda de la verdad. Y la verdad es la primera víctima de una pseudoeducación de raíz ideológica.86NUEVA REVISTA 126LA EDUCACIÓN EN LA ENCRUCIJADALa formación, en cambio, no tiene nada que ver con la manipulación.No consiste en presionar las conciencias, en convencer a base de repetir, enprocurar transferir a otro las propias convicciones. El protagonismo corre enteramente por parte del educando, en el que no se pretende influir, sino dejarle ser, para que saque lo mejor de sí mismo, para que se produzca en ellao en él —desde dentro— un auténtico florecimiento, con plena libertad.La educación no es algo que se transmite con vídeos, conferencias, eslóganes o campañas, sino que penetra como por ósmosis y sólo es eficazcon la libre aquiescencia de quien se forma. Es rectitud, nobleza y valentía, para hacer valer los principios de la ética clásica, de la religión cristiana y de la capacidad moderna para la organización y la tecnología.¿PRAGMATISMO O INNOVACIÓN?La enseñanza encaminada hacia resultados controlables y utilitariamenteaplicables renuncia, de antemano, a sus auténticos logros: la intensificación de la vida intelectual y ética del estudiante. Y es que el pragmatismoconvierte a la educación en una domesticación, en un adiestramiento, proceso en el que no hay posible innovación, ya que se trata de trasladar alalumno determinados patrones de conducta previamente establecidos,para conseguir objetivos fijados de antemano.La innovación, en cambio, nunca es un resultado previsible: siempre esun logro sorprendente. La creatividad no consiste en manejar materialespreviamente dados, sino en hacer emerger realidades nuevas a partir de lapropia inteligencia. Porque la inteligencia es la facultad de salirse de lossupuestos, de contemplar la realidad desde perspectiva inéditas y, por lotanto, de poder considerar posibilidades operativas nunca previamenteensayadas. La originalidad —o, mejor, la originariedad— consiste en generar realidades en cuya posibilidad ni siquiera se pensaba antes de quecomparecieran.La tierra fértil, el humus del que pueden surgir investigadores, es decir,profesionales creativos, es un ámbito educativo en el que al alumno se lepone en contacto con las creaciones más altas de la humanidad. No invirtamos preferentemente en instalaciones que, al fin y al cabo, son realidadesmostrencas. Invirtamos en las personas, de donde toda innovación surge ya donde toda innovación retorna.87DICIEMBRE 2009ALEJANDRO LLANOLa educación mal pensada, con enfoques puramente procedimentales,aboca a todo un país hacia la mediocridad y la dependencia.El ambiente de los centros educativos ha de ser estimulante, debe constituir un semillero de talentos originales, en el que se premie a los que hacenplanteamientos inesperados en el plano intelectual. Y entonces habría quepreguntarse: ¿Es ésta la dirección hacia la que se encamina la educación enEspaña? ¿De qué nos hablan las nuevas leyes? ¿Son recibidas críticamente porsus destinatarios? ¿O se disponen a aplicarlas con la docilidad con la que serellena un cuestionario, de manera que no queden espacios vacíos? Me temoque, en cuestiones educativas, nuestro defecto es la docilidad conformista.Las leyes que se nos imponen no han de ser disculpa para renunciar adesarrollar una enseñanza auténticamente valiosa. Se tratará muchas vecesde ir contra corriente. Lo cual requiere valentía, algo de lo que hoy noandamos sobrados en este país. Últimamente, aprendí esto de un colega:«Una es la dirección en la que sopla el viento, y otra la que sigue el barco».¿ADIESTRAMIENTO O APRENDIZAJE?En la medida en que se atiene al construccionismo mecanicista y se burlade la dinámica del conocimiento, la enseñanza se asemeja al adiestramiento y se separa de la ciencia. La educación se minimiza. Sus contenidos sehacen triviales. Y se olvida su gran tarea, la que confiere a la educación sumáximo valor, que es precisamente la formación intelectual, la preparación científica y humanística, el crecimiento en la capacidad de descubriry captar nuevos conocimientos.La gran ausencia en las sucesivas reformas de la educación en Españaestá siendo —de manera creciente— la formación intelectual y cultural.Nuestros estudiantes de secundaria y de bachillerato están a la cola derankings internacionales (como el PISA) en disciplinas tan básicas comolas matemáticas o el dominio de la lengua. En lugar de mejorar, vamos apeor. ¿Qué pasa? ¿Por qué ha sucedido algo tan penoso cuando los mediosdisponibles son cada vez más abundantes?En la enseñanza primaria y secundaria abundan de materias puramente instrumentales o de alcance localista. Casi nada de ciencias ni dehumanidades, sólo conocimientos instrumentales y pragmáticos. El llamado Plan de Bolonia ha concluido todo el proceso. Desde primaria88NUEVA REVISTA 126LA EDUCACIÓN EN LA ENCRUCIJADAhasta el doctorado, ya campea en todos los niveles el espíritu de laLOGSE, que consiste en devaluar el conocimiento y fiarlo todo a los procedimientos. A las disciplinas clásicas y más formativas se les concedecada vez menos atención, hasta que acaban por desaparecer.¿Qué hacer? Exigir más y mejor de lo que oficialmente se exige. No haynada más políticamente incorrecto que la exigencia. Pero cualquier educador sabe que, si no se exige al alumno, éste nunca dará lo mejor quelleva dentro, y quedará truncada su mejor trayectoria posible.¿PLACER O ESFUERZO?Una persona educada es el fruto de un esforzado trabajo por parte del propio estudiante y de una cuidadosa labor por parte de la maestra o delmaestro.El premio inmanente de esta fatiga es un gozo incomparable concualquier posesión material o con cualquier placer corporal de tipo hedonista. Si se promete el placer a bajo precio, se está proporcionando otracosa distinta del rendimiento educativo y, a la postre, se está engañandoEl lugar donde las «contradicciones culturales del capitalismo» se hacenmás agudas es la escuela, el colegio, la universidad. Por una parte, es necesario preparar a jóvenes competitivos para que se abran camino en unmercado cada vez más exigente. Pero, ¡cuidado!, hay que hacerlo sin herirsu sensibilidad, sin humillarles, sin permitir comparaciones odiosas. Porlo tanto, se cuestionan las calificaciones numéricas, se problematizan losexámenes y se culpabiliza a los docentes de los posibles traumas.La tolerancia con el abuso no conduce a ninguna parte. Como dice Julián Marías, «no hay que empeñarse en contentar a quien no se van a dejarcontentar». Es preciso que la cultura corporativa de los centros permita elestablecimiento de un buen concepto de la disciplina y el cultivo de unambiente de estímulo y esfuerzo.* * *Esta es la encrucijada en la que se encuentra hoy día la enseñanza ennuestro país. Y la educación en España esté apuntando oficialmente haciael ramal menos prometedor de esta disyuntiva. Culpar de ello a las Administraciones públicas es una especie de redundancia.89DICIEMBRE 2009ALEJANDRO LLANOPorque la educación es la primera responsabilidad social de los ciudadanos. En ella se juega la continuidad de la sociedad misma, que es imposiblesin esa entrega de la cultura a la generación siguiente. Nuestro gran problema —como país— consiste en que no nos acabamos de tomar la educaciónen serio, cuando no hay nada más importante y valioso que la educación enla nueva sociedad del conocimiento.El decisivo proyecto para España es entrar a fondo en la investigacióny la enseñanza. Y, además, se trata de un paso que podemos dar ahoramismo. El profesor, que se dedique a poner al día su materia, a mejorarsus métodos de docencia y a exigir a sus alumnos el nivel requerido. Lospadres, que apoyen la labor del centro educativo y secunden el trabajode los maestros. Los investigadores, que redoblen su afán por descubrirverdades nuevas y estén abiertos al panorama científico internacional. Losciudadanos, que no toleren que los poderes públicos se sirvan de la educación como vehículo para la ideología, al tiempo que deterioran la enseñanza hasta llegar a unos niveles que empujen a España hacia un derrumbadero de decadencia.90NUEVA REVISTA 126