Nueva Revista 065 > Recuperacion de Pushkin

Recuperacion de Pushkin

José María Merino

Reseña de algunas obras de Alexandr Pushkin "Relatos del difunto Iván Petróvich Belkin" y " La hija del capitán".

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Referencia

José María Merino, “Recuperacion de Pushkin,” accessed November 22, 2024, http://repositorio.fundacionunir.net/items/show/1418.

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Title

Recuperacion de Pushkin

Subject

Literatura

Description

Reseña de algunas obras de Alexandr Pushkin "Relatos del difunto Iván Petróvich Belkin" y " La hija del capitán".

Creator

José María Merino

Source

Nueva Revista 065 de Política, Cultura y Arte, ISSN: 1130-0426

Publisher

Difusiones y Promociones Editoriales, S.L.

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Nueva Revista de Política, Cultura y Arte, All rights reserved

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es

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Recuperación de Pushkin JOSÉ MARÍA MERINO superviviendo apenas, en el mejor de Italo Calvino, entre otras muchas los casos, en versiones que se ofrecen definiciones de clásico, da una que en colecciones marginales destinadas viene a señalar que es aquél que a los saldos, sin garantías de edición ni nunca decimos que estamos leyendo traducción. Por eso suelen ser acertapor primera vez, sino releyendo. Por das las conmemoraciones de naciencima de la ironía, acaso lo que sucemientos o muertes de autores literade con los clásicos es que, cuando los rios —como lo son ciertas versiones leemos, incluso por primera vez, parecinematográficas de sus obras—, ya ce que ya los hubiéramos leído antes, que suscitan al menos la posibilidad pues descubrimos que son imprescinde una recuperación editorial. dibles y comprendemos que estaban ahí a pesar de nuestro desconocimienEste año, uno de los autores cuyo to, que la historia de la literatura no nacimiento se celebra es Aleksandr podría ser la misma sin ellos, y que si Pushkin, considerado como el creadespojásemos a la literatura de lo dor de la moderna literatura rusa. supérfluo, quedarían ellos, como la Todo en Pushkin fue novelesco, su sustancia segura de todo. profundo sentido romántico de la libertad, su simpatía por los caídos y Sin embargo, la excesiva presión oprimidos, y hasta su muerte, en un de la novedad, y la penetración en el duelo de honor, a los 36 años. Pero lo mundo editorial de la perspectiva que sorprende sobre todo de él, es la uniformizadora de un marketing que capacidad y el talento con que, en su trata igual a los libros que a otros probreve vida, realizó una obra literaria ductos, sometiéndolos a rápidos platan diversa y original. zos de caducidad, acaban desplazando de las librerías a los clásicos, que son En Pushkin se conjugó de modo sustituidos por libros de temporada, peculiar el sentido de su cultura de vida efímera. Muchos clásicos acanacional con una idea cosmopolita ban así desapareciendo del tráfico de la expresión literaria. En un tiemregular y hasta de los catálogos, y po en que en Rusia era el francés la siva de corrientes contrapuestas, permanece la conciencia certera de su propio mestizaje, heredero como era, a la vez, de antiguas gentes rusas y de un esclavo abisinio, luego liberado, del zar Pedro el Grande. La aparición en nuestras librerías de dos libros suyos (Relatos del difunto Iván Petróvich Belkin, Ediciones Altera, y La hija del capitán, Alianza Editorial), supone la recuperación, en óptimas condiciones —tanto la RELATOS DEL DIFUNTO edición, como el castellano en que IVÁN PETRÓVICH BELKIN las ha traducido Ricardo San VicenAleksandr Pushkin te, son excelentes—, de parte de la obra de este clásico imprescindible. Ediciones Altera Relatos del difunto Iván Petróvich 1999 Belkin y La hija del capitán son el alfa 139 páginas y omega de lo que se pudiera considerar la ficción realista de Pushkin, lengua de cultura, empleó sus esfuery no es exagerado afirmar que marzos creadores en dar a la lengua rusa la can un punto de inflexión en la hisdimensión literaria que merecía, toria de la narrativa. En los grandes pero los asuntos de la moda romántiescritores de cuentos rusos —citaré a ca que estimularon su imaginación, Gogol, a Turguéniev, a Chéjov, pero la influencia de los grandes contemun contemporáneo nuestro como poráneos y de otros clásicos, no le Vladimir Makanin serviría también hicieron perder la sensibilidad frente de ejemplo perfectamente— está la a su mundo cotidiano, y hasta supo huella estética de estos Relatos, pero compaginar lo que pudiéramos llasu aroma podría llegar muy lejos, y mar la literatura culta con el aprecio alcanzar Incluso a Pío Baraja, que sin por los cuentos y las leyendas populaduda aprendió en los rusos mucho de res de su recuerdo infantil. lo que sabía en cuanto a la plasmación de la realidad viva en la realidad Acaso en la sensibilidad que literaria. Pushkin tuvo para la síntesis exprePor otra parte, estos Relatos están compuestos desde un espíritu que hoy podríamos considerar «metaliterario». Así, Pushkin, en una nota previa, en realidad un cuento más, explica cómo los cinco que componen el libro llegaron a sus manos, apareciendo más como editor que como autor, lo que, dándole al libro una gran modernidad, lo enlaza con una estirpe en que Cide Hamete Benengell no sería el miembro menos considerable. LA HIJA DEL CAPITÁN Cada uno de los cinco relatos tiene una identidad singular. El dispaAleksandr Pushkin ro inaugura acaso para la ficción moderna una historia en que se conAlianza Editorial jugan el pasar del tiempo y la pasión 1999 201 páginas de la venganza, una estructura narrativa que ofrecerá en la literatura contemporánea frutos tan dispares y ficar de primaveral, y la protagonista atractivos como El barril de amontitiene la espontaneidad picara de algullado, de Poe, El conde de Montecristo, nas de las damas que imaginó Lope de de Alejandro Dumas o La mansión, Vega muchos años antes, aunque su de William Faulkner. El fabricante de espíritu pertenezca tan claramente a ataúdes resuelve, en clave de realisla modernidad romántica. mo cotidiano, una imaginería que Hoffmann nunca dejó salir de la Queda para el final, sacado de su ambigüedad onírica. El maestro de orden, La ventisca, uno de los grandes postas presenta unos personajes conrelatos en la antología universal del movedores, ese padre desolado y esa cuento literario, una historia de amor hija seducida por un calavera, que sobre el azar y el destino que es magisinauguran una mirada nueva no solo tral por la invención, pero también en la literatura rusa, sino en todo el por la técnica con que se desarrolla, siglo XIX. La señorita campesina es un dando comienzo unos años después delicioso enredo que se podría calide sucedidos los sucesos dramáticos cias a esta edición, podemos recupeque constituyen su meollo, y disporar en toda su belleza originaria. niendo diversas localizaciones del punto de vista, e incluso testimonios La novela La hija del capitán, en primera persona, conducidos con igualmente llena de vida y frescura, una habilidad y una sabiduría narratiofrece muchos elementos de singulava que no ha perdido nada de su graridad literaria. Novela que podríacia original y de su interés dramático. mos calificar de «itinerante », presenta ante todo una pareja, el joven Piotr En todos estos cuentos, el lenguaAndréyevich Griniov y el viejo sierje sigue conservándose fresco, vivo, vo Savélich, que reconstruyen en pero un elemento fundamental es el muchas de sus actitudes las de los dos humor. Al describir los personajes y miembros de la pareja andante más las situaciones hay un humor benéfamosa de la literatura universal. volo e incesante, que lo enriquece Además, se trata de una novela «de extraordinariamente todo. A veces, aprendizaje», que narra puntualalgunos irónicos comentarios del mente cómo el joven e inexperto narrador anticipan algunas de las Piotr Andréyevich se va enfrentanmiradas más finas del siglo. Por ejemdo con la vida, la experiencia adulta plo, cuando en La ventisca señala el y el amor, en difíciles circunstancias. narrador que María Gravilovna se En cuanto a esos lejanos puestos había educado en las novelas francefronterizos en que el bisoño oficial sas y, por consiguiente, estaba enadebe empezar a desempeñar sus labomorada; o cuando en La señorita camres militares, inauguran sin duda pesina alude a los sentimientos y unos decorados que no desaparecepasiones que la lectura desarrolla en rán de la literatura universal en los las señoritas de provincias, se adelandos siglos posteriores. ta al espíritu de aquel delicioso comentario de Stendhal en El rojo y el La novela, al tener su escenario negro, al apuntar que, como madame en el espacio físico y temporal de la de Rénal no leía novelas, no podía revuelta de Yemellán Pugachov, un comprender la naturaleza y el alcansuceso verdadero en la Rusia del siglo ce de sus sentimientos. XVIII, resulta también la crónica de En fin, hermosas tramas, reconsunos lances aventureros en un trucción vigorosa de un mundo de momento histórico peculiar, y la relapersonajes vivos y reconocibles, terción entre el joven protagonista y nura e ironía, en un libro que, graPugachov, llena de contradicciones ideológico cerrado y despótico en y ambigüedades, anticipa algunas de que debían publicarse las obras de las relaciones extrañas en que fue Pushkin, y hasta qué punto la natumaestro, por ejemplo, Robert Louis ralidad y falta de prejuicios con que Stevenson. él afrontaba las conductas de sus También en La hija del capitán se personajes resultaban verdaderamuestra en todo su esplendor el regismente nuevos en su contexto social, tro irónico y hasta humorístico de obligándole incluso a lo que no se Pushkin, que con su ayuda describe puede considerar sino como cierta concisa y hábilmente lugares, situaprudente autocensura. ciones y conductas, consiguiendo personajes inolvidables, como el disiEn fin, dos hermosos libros de un pado Iván Zurin, el traidor Shvabrin, clásico cuya recuperación hay que la corajuda y matriarcal Vasilisa celebrar, como hay que celebrar que Yegórovna o su marido, el afable y haya vuelto a la memoria de los heroico capitán Mirónov. medios de comunicación la figura de Aleksandr Pushkin, que en este La edición y versión que nos oscuro fin de siglo, marcado por ofrece Ricardo San Vicente incluye terribles enfrentamientos bélicos, como anexo el «Capítulo omitido» culturales y étnicos, y por la regrepor el autor, que alguna de esas versión a particularismos que parecían siones anónimas y furtivas antes alusuperados, resulta ejemplar en su didas incluía sin aviso dentro de la voluntad de integrar elementos distrama. La lectura de este capítulo, persos, tanto en la cultura como en en que aparece patente la incorpola propia personalidad, para elaboración a aquella revuelta de los sierrar una obra destinada a pasar de lo vos domésticos y más cercanos a las particular a lo universal. •©• familias, puede dar idea del mundo