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Mar de fondo

Miguel Veyrat

Reseña del libro de poesía "Mar de fondo" colección de Juan Ramón Jiménez (1978-1998), compilado por Ana María Navales.

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Miguel Veyrat, “Mar de fondo,” accessed May 1, 2024, http://repositorio.fundacionunir.net/items/show/1321.

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Title

Mar de fondo

Subject

Poesía

Description

Reseña del libro de poesía "Mar de fondo" colección de Juan Ramón Jiménez (1978-1998), compilado por Ana María Navales.

Creator

Miguel Veyrat

Source

Nueva Revista 062 de Política, Cultura y Arte, ISSN: 1130-0426

Publisher

Difusiones y Promociones Editoriales, S.L.

Rights

Nueva Revista de Política, Cultura y Arte, All rights reserved

Format

document/pdf

Language

es

Type

text

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Aragón, presente en un par de antoautor; de esa forma, resulta un génelogías de lenguas o ámbitos minoriro intuitivo». tarios, directora de la revista cultuSe esté o no de acuerdo con las ral Turia que financia la Diputación tesis defendidas en este libro por el Provincial de Teruel, y actividad profesor Morón Arroyo, toda lectura constante en el jurado de los Preseria le habrá de conceder las cualidamios de la Crítica. des de rigor, consistencia y autocoherencia, que no son frecuentes en el Hasta aquí, podría configurarse actual debate de las Humanidades. una vida banal de persona entregada profesionalmente a enseñar las bellas LUIS ALBURQUERQUE Letras, y probar fortuna como poeta y narradora. ¡Ah!, pero la profesora Navales disponía de un arma secreta, que ya utilizó sabiamente en una primera entrega de poesía, publicada en 1978 y titulada —precisamente— Del Fuego Secreto (Institución Fernando el Católico, Zaragoza). Allí —en el fuego que hace arder a los poetas—, se abrasó primero al alentar ya, como una brasa que aspirase al insomnio, hacia la aventura de su segundo libro, que llamó coherentemente Mester de Amor (Adonais, Rialp, 1979). Ana María Navales es de las personas que gustarían al Bertolt Brecht Así, Ana María Navales ha que afirmaba que las personas avanzado en siete libros veinte años imprescindibles son aquéllas que de dedicación intensa a la poesía, luchan todos los días. Lo tiene todo escritos con mano «...sonámbula para haber sido una oscura profesora por la misma herida por el verso en de lo que antes se llamaba «de prola palabra...», para «...detener el vincias», llena de dengues y quemismo viento de la sangre». Ese jumbres, y sintiéndose injustamente viento elemental que desplazan brumarginada. Docente en Literatura talmente algunos incendios persode un colegio privado, con una Beca nales por los confines de la escritura March, algún premio local de literaha llevado a la poeta a señalar su tura, colaboradora del Heraldo de propio camino, sellando la promesa preparada desde siempre para quien y de todo se inicie en él, de hallar otros conficuanto de mí va muriendo. nes como premio de sus pasos. Los robles son ya muy altos Los espías de Sísifo (Hiperión, y sólo alcanzo a tocar 1981), Nueva, viejaestancia (Anjana, las ramas de los sauces 1983), Los labios de la Luna (Torreque se humillan. mozas, 1982 y 2a ed. en 1990) y Pero todavía queda Hallarás otro mar (Libertarias, 1993) una huella de vértigo, la han llevado a una conclusión de una semilla de sol fin de ciclo, que permanece hasta hoy en algún lugar de mi sangre. inédita —Escrito en el silencio—, Una piedra húmeda, salvo en la antología que comentael musgo salvaje, mos: Mar de fondo, y que salva para los una mano que me levanta lectores de poesía lo que pocas veces para que siga mi camino, le es dado justificar a una antología: aunque no sea la de aquel ángel la coherencia sin duda mágica que hace siglos (Novalis afirmaba que en Arte, todo huyó de mi jardín. es magia o nada) de una obra edificada humildemente, en el silencio de Del fuego secreto que Navales sintió los latidos de la vida cotidiana, marque ardía cuando escribió sus primecados acaso por menudencias, pero ros libros, la poeta ya madura ha presignificativos para el ojo de halcón de servado el rusiente rumor de brasas, los auténticos poetas. ha intuido que con ellas en el zurrón podía alimentar el amor, que es Así podemos leer, procedente de siempre motor de cualquier búsquela escritura sobre el silencio que nos da (alas encendidas cubrían mi anticipa en las últimas páginas del cuerpo y no la bruma que me borra libro, este poema revelador, que el lugar y las horas...) por mucho dibuja perfectamente el universo que la vida arroje a veces helados circular que ha recorrido Ana María versos, manchas agrias en el paisaje, Navales desde que enhebró su prirendijas en el muro, abrazos ausenmer verso: tes, estatuas erguidas en el invierno, en lugar de los sueños anhelados al Ya no sé ritmo de los pasos. cómo empezar una plegaria y aquí estoy Al ritmo de su aliento, Ana arrodillada sobre la tierra María Navales ha contruido una de temerosa del rayo las obras más sólidas y coherentes de vo: ha escrito un libro en el silencio, una generación que empezó a publiha vuelto a su raíz y nos entrega el car en el último cuarto de siglo, sin eco de todos los gritos de su vida, caer —como hizo una mayoría opordecantados —eso sí— en versos vertunista— en las movedizas arenas daderos. A partir de ahora, ya sólo le del manglar neosocial, que degeneserá posible iniciar el Canto. ró pronto en la mal llamada experiencia, cuyos peores actores abanMIGUEL VEYRAT donan hoy en día, en busca de otro sol más caliente que el que declina. Hace cinco años, cerraba el comentario que escribí acerca de Hallarás otro mar, con este verso feroz: «Abres la puerta y ya no hay enigma». Este podría haber sido el epitafio al desencanto de toda una vida dedicada a la tentación de desvelar misterios, o bien la señal de que el poeta habría hallado lo que pudiera considerar finalmente como la verdad, porque —como querría Heidegger— ya se hubiese vuelto verdadero. Porque la señal Alberto Campo Baeza es arquitecto que exhibe el poeta como una últiy no pertenece a la Historia porque ma cicatriz, para tener derecho a afortunadamente aún no ha muerto. lanzarnos su voz, es aquélla que delaEs uno de los pocos arquitectos conta a quien aprendió duramente que, temporáneos cuya obra, enseñanzas incluso conocer le podrá ser dado, y escritos tienen un carácter univerpero sólo cuando indague hasta sal tanto en el espacio como en el desangrarse y tras vencer la postrera tiempo. incertidumbre. Al temer la proximiAlberto Campo Baeza, catedrádad —y quizá por ello— de ese tico de Proyectos en la Escuela Técmomento, Ana María Navales connica Superior de Arquitectura de cluía en aquel libro, clave en su obra: Madrid, mantiene un claro paralelismo entre lo que construye, lo que «Entonces no darás un paso por enseña y lo que escribe. Esta cohevolver a tu origen». rencia difícil se resume en unos proPero se equivocaba. Hoy ha yectos, unas clases y unos textos dado, por fortuna, ese paso definiti[1 73] NUEVA REVISTA 62 • ABRIL 1999