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Los colores de las patrias
Santiago Martín Bermúdez
Reseña literaria de "Por amor a la patria. Un ensayo sobre el patriotismo y el nacionalismo" por Maurizio Virolli.
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Número
Referencia
Santiago Martín Bermúdez, “Los colores de las patrias,” accessed November 22, 2024, http://repositorio.fundacionunir.net/items/show/1136.
Dublin Core
Title
Los colores de las patrias
Subject
Libros
Description
Reseña literaria de "Por amor a la patria. Un ensayo sobre el patriotismo y el nacionalismo" por Maurizio Virolli.
Creator
Santiago Martín Bermúdez
Source
Nueva Revista 054 de Política, Cultura y Arte, ISSN: 1130-0426
Publisher
Difusiones y Promociones Editoriales, S.L.
Rights
Nueva Revista de Política, Cultura y Arte, All rights reserved
Format
document/pdf
Language
es
Type
text
Document Item Type Metadata
Text
ahora abusan de él nacionalismos pensamiento se condensan en este liperiféricos que buscan convertirse, bro. unas veces mediante el crimen y Angel Ganivet. El excéntrico del 98 siempre con voracidad y reivindicaes una obra biográfica. Pero, al misción del privilegio, en naciones exclumo tiempo, es mucho más. Es el reyentes, casi siempre a partir de un paflejo de una época convertida en hissado que, a fuerza de reinventado, retoria. Una época que resulta cercana, sulta a menudo imprevisible. No próxima, casi familiar. Cada una de vendrá mal, aunque razonablemente sus páginas constituye una viñeta de enemistados con todo lo que recuerintenso colorido, donde queda prende a nación, patria, patriota y cosas dido un momento, un lugar, un perpor el estilo, la lectura de este libro sonaje, un acontecimiento... Conde Maurizio Virolli. Porque abandotemplada desde Madrid, Granada, nar el patriotismo en manos de los Barcelona, Helsingfors o Riga, la reanacionalistas acaso sea un mal negolidad de España es el constante telón cio histórico. de fondo de esta narración. Por todo esto y mucho más, su Propone Virolli una antinomia reedición constituye una aportación manifiesta ya en el subtítulo: al pafundamental a la conmemoración del triotismo de raíz republicana, adhe98. Cristina Viñes Millet. sión a una tierra cuando es defensora de libertades, a ese patriotismo propio de los ciudadanos más que de los Los colores subditos, se le opuso en un momento dado de la historia un enemigo surgide las patrias do de él mismo: el nacionalismo, entendido como defensa de lo telúriMaurizio Virolli co, lo esencialista, lo propio, lo inPor amor a la patria mutable, lo excluyeme. El primero Un ensayo sobre el patriotismo idealiza la Roma republicana: son auy el nacionalismo tores itálicos cuya ideología culmina Acento Editorial, Madrid, en el Quattrocento (Matteo Palmieri, 1997, 240 págs. Leonardo Bruni) y, sobre todo, en ese defensor de la libertad que fue Maquiavelo. La del Maquiavelo de ara muchos españoles, patria los Discorsi y otros escritos es la ideoes un concepto turbio y poco deseable. Con abuso, lo utilizó logía de las libertades de las ciudades Pel franquismo contra la sociedad civil italianas cuando ya no se justifica el mediante exceso de gestos y sevicias; dominio de la oligarquías familiares y triotismo republicano como Mazzise advierte la quiebra del sistema de ni. mosaicos nacionales como el de Virolli propone, entonces, un Italia. Esos republicanos tendrán una patriotismo sin nacionalismo, títuilustre descendencia, aunque durante lo del epílogo. Evoca nombres y testimucho tiempo el absolutismo venza monios como los de Cario Roselli, en Europa cualquier otra tendencia. un socialista que no se conformaba En el siglo XVII, ningún pensador de con que el patriotismo lo monopolila altura de Maquiavelo defiende el zaran los fascistas; o Simone Weil y el patriotismo republicano. Sin embarúltimo Croce. Y la curiosa propuesta go, en el XVIII, los ilustrados franceses de Jürgen Habermas, que rehizo un (Montesquieu, Voltaire) toman el reconcepto de patriotismo constituciolevo, mientras Rousseau lo trasciende nal en un contexto arduo, el de la y le aporta un viraje que, en defensa Alemania que se curaba de la resaca en un principio, será la grieta por la criminalnacionalista. Virolli destaca que se cuele el nacionalismo. la polémica de su compatriota RuscoVendrá entonces el integrismo ni con Habermas, al que consideraba nacionalista por sus pasos contados: demasiado racional. De él creía que desde Herder, primer teórico del no apelaba a nada profundo. Mas Vipatriotismo como algo ajeno a la lirolli, que admite esa crítica en parte, bertad, hay un pulso que acabará no cree que apelar a ciertas profundiganando el nacionalismo concebido dades sea prudente ni propicio en decomo integridad en detrimento del fensa de libertad alguna. Desde Herpatriotismo entendido como convider, la etnia de la nación ha ido devencia en libertad. Si la Revolución masiado a menudo en contra de la lifrancesa había puesto en marcha este bertad de los ciudadanos como para patriotismo (Vive la Nation expreno estar en guardia. Virolli plantea saba una lealtad nueva frente a Vive la posibilidad de un patriotismo sin le ROÍ), a finales del siglo XIX la reacnacionalismo (pág. 228), porque el ción se había hecho con el discurso patriotismo de la libertad no requiere nacionalpatriótico: en Francia será, homogeneidad social, o cultural, o además, antirrepublicano. Liberales, religiosa o étnica (pág. 229). Ni linprogresistas y socialistas se quedaron güística, repite aquí y allá. sin discurso nacional. Es más, lo abandonaron con asco semejante al Tan sumaria exposición deja fueantes evocado a las fuerzas reaccionara muchos nombres y matices: tómerias, acaso porque unían éstas a su la el lector como incitación a la lectusinrazón un furioso mal gusto. Quera del libro, una feliz iniciativa de daron por el camino profetas del paAcento, una magnífica traducción de Patrick Alfaya MacShane, un libro tas preguntas: qué es, por qué es y recomendable para rearmarse (estapara qué es la información y porque, mos inermes) ante los integrismos de en definitiva, profesión y Ética son casa y de fuera. Santiago Martín una misma cosa. Bermúdez. El libro está estructurado en dos partes. En la primera de ellas, Soria aborda, entre otros temas, las enfermedades que padece la Ética de las Comunicación empresas informativas y los proble«underground» mas y falsos dilemas que plantea; la cuestión siempre candente de la acCarlos Soria tuación en conciencia y la necesidad de armonizar el Derecho a la inforEl laberinto informativo: mación (siempre de la mano de la una salida ética Ética) con el resto de los derechos Eunsa humanos. Todo ello desde la convicPamplona, 1997, 270 págs. ción profunda de que los criterios éticos deben encontrar su piedra de toque en la experiencia profesional, pues día a día los periodistas se ena ética se puede aprender, pero frentan a situaciones que exigen una propiamente no se puede enética abierta, que aporte algo más que Lseñar. Ésta es la premisa de la soluciones fosilizadas. El autor es que parte el último libro de Carlos consciente de que no solo hay razoSoria, precisamente profesor de Ética nes para ser ético, sino también para de la Información de la Universidad no serlo, y las enumera con la gracia de Navarra, donde desde hace años y el espíritu provocador que siempre ejerce su magisterio. La afirmación le han caracterizado. puede causar sorpresa o incluso estupor, pero la lectura de este libro deLa segunda parte va al corazón de mostrará que no puede ser de otra profesión. Soria no huye de temas esmanera. Entre otras cosas, porque copinosos (información y derecho a la mo bien dice el autor, solo se puede vida) ni explica con distancia los crisaber Ética de la información sabienterios que debe seguir la información do información; porque solo se sobre lo público, lo privado y lo íntipuede saber de Información sabienmo. Al concepto del honor, uno de do, entre otras cosas, de Ética de la los temas centrales en el campo de los información; porque la Ética de la derechos de la personalidad, el autor información es poder responder a esle dedica un capítulo completo, pues