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La Literatura Hispanoamericana al final del siglo

Javier de Navascués

Acerca de cómo la literatura hispanoamericana ha consistido en un largo viaje en busca de su identidad cultural y porqué las librerías se llenan de nombre jóvenes.

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Javier de Navascués, “La Literatura Hispanoamericana al final del siglo,” accessed November 22, 2024, http://repositorio.fundacionunir.net/items/show/1050.

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La Literatura Hispanoamericana al final del siglo

Subject

Literatura

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Acerca de cómo la literatura hispanoamericana ha consistido en un largo viaje en busca de su identidad cultural y porqué las librerías se llenan de nombre jóvenes.

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Javier de Navascués

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Nueva Revista 051 de Política, Cultura y Arte, ISSN: 1130-0426

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Difusiones y Promociones Editoriales, S.L.

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Nueva Revista de Política, Cultura y Arte, All rights reserved

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La Literatura Hispanoamericana al final del siglo [ JAVIER DE NAVASCUÉS ] La historia de la literatura hispanoamericana ha consistido en un largo viaje en busca de su identidad cultural. A las puertas del nuevo milenio, el viaje parece llegado a su fin. Los grandes escritores del otro lado del Atlántico han ido desapareciendo o han dado ya lo mejor de sí. Las librerías se llenan de nombres jóvenes, pero éstos no despiertan la misma fascinación de sus antecesores. Al final del siglo, como sucede también en otros ámbitos, la literatura hispanoamericana vive tiempos de confusión. • Quién conoce en España al uruLa explicación es comercial. Las V guayo Tomás de Mattos, a los argrandes editoriales han ocupado el gentinos Ricardo Piglia y Andrés tráfico transatlántico de los libros que Rivera, a la chilena Elena Castedo, a otrora quedaba reservado a los inteleclos mexicanos Carmen Boullosa y Datuales y demás francotiradores del niel Sada? Y, sin embargo, se trata de mundillo literario hispánico. Hispaescritores de innegable prestigio en sus noamérica ha dejado de ser térra ausrespectivos países, en algunos casos tralis incógnita para contar en el mercon una obra dilatada y, sobre todo, cado internacional de la cultura. En de gran actualidad. Son los autores ese escaparate, no obstante, solo inteque están escribiendo en el momento resa aquello que parece representativo presente, en este momento en el que, de lo diferente, el elemento diferenpor otra parte, conocemos de allá cial, como se dice ahora en una imaotros nombres: Luis Sepúlveda, Antoginativa, lírica y bellísima expresión. nio Skármeta, Abel Posse, Isabel Parece como si lo iberoamericano fueAllende, Zoé Valdés, etc. No hay por ra lo ya recogido por los grandes naqué escandalizarse: en Hispanoamérirradores de los años sesenta. O sea, el ca padecen ignorancias parecidas. Arrealismo mágico, cierta exuberancia turo Pérez Reverte es mucho más en el lenguaje, la exageración en todo apreciado que Luis Landero. (en las denuncias políticas, en la violencia, en la promiscuidad sexual). interés por la literatura de más allá del Son los clichés de una tradición muy Atlántico ha perdido vigencia. Como joven. Nosotros, desde Europa, interdecía más arriba, si echamos un vistapretamos Iberoamérica desde esos clizo por las librerías, nos topamos con chés, lo cual parece hasta cierto punto algunos nombres más jóvenes, muinevitable. Pero la identidad de las nachos de ellos femeninos, como corresciones, como la de las personas, no es ponde a esta época feminista en que un punto fijo, sino algo más bien móvivimos: la omnipresente Isabel Allenvil, dinámico, que se va definiendo a de, Marcela Serrano, Angeles Mastretlo largo del tiempo. ta, Gioconda Belli, Laura Esquivel, la muy reciente Zoé Valdés... No obsLa identidad y la tradición tante, pese a la controvertida calidad de alguna de estas escritoras, hay un hecho cierto: ni ellas ni ellos influyen Hay un consenso bastante extenen los creadores europeos como lo hidido en considerar toda la historia de cieron sus antecesores. Podrán tener la literatura iberoamericana como un más o menos éxito de ventas, podrán largo itinerario en busca de la propia hacerse más o menos tesis doctorales identidad cultural. Identidad, no lo sobre sus libros, pero ya no tienen el olvidemos, que se determina con relapoder de seducción de un Borges o un ción a los otros, a los que no son de Carpentier. Brasil, Argentina o Venezuela. Y el Otro por antonomasia es Europa, por Por eso, con independencia del serazones históricas, políticas, artísticas, xo de los escritores, lo que quiero exétnicas y hasta sentimentales. poner en este artículo es la situación Los escritores hispanoamericanos algo confusa en que se encuentran púhan tratado de hacerse un sitio dentro blico y escritores con respecto a las ledel canon literario occidental a la vez tras hispanoamericanas de la hora acque intentaban crear una voz y un tual. pensamiento originales frente a los Dos ideas irán sobrevolando el resmodelos del Viejo Mundo. Esto lo to de estas páginas que el lector audaz consiguieron hace relativamente pocos tendrá a bien afrontar: la primera, que años, tres décadas para ser exactos. la literatura producida en HispanoaHoy día todo esto es verdad, pero mérica ha dado sus mejores frutos también es historia. Los grandes dinocuando ha indagado en una expresión saurios (García Márquez, Vargas Lloque la defina en medio de sus acuciansa, Donoso, Onetti o Cortázar) han tes problemas de identidad cultural; la ido desapareciendo y los que quedan segunda, que tras los años sesenta, verya lo han dado todo. Por otra parte, el dadera cima de la narrativa del subcontinente, se ha creado por fin una México, Buenos Aires, Caracas, Bogotradición canónica de autores que potá o Santiago experimentan un crecine muy difícil el camino de esa misma miento demográfico y urbanístico indagación a los que han seguido desconsiderable. El simbolismo, el parnapués. sianismo, el naturalismo, el decadentismo vienen con cierto retraso, pero llegan todos casi a la vez y forman el Una retrospectiva necesaria primer conglomerado caótico y original de Hispanoamérica: el ModernisTras la Independencia, durante el mo. siglo XIX, los escritores hispanoameriNunca se insistirá lo suficiente en canos son al mismo tiempo políticos o la importancia de esta crisis. Con el periodistas. Pocos sienten la vocación Modernismo, los escritores hispanoade las letras como un don, sino que, al mericanos van a perder el sentimiento contrario, se sirven de ella para escalar de inferioridad, primero con respecto posiciones o para actuar en la vida púa España, luego frente al mundo. Rublica. Se trataba de una literatura peribén Darío influyó en Juan Ramón Jiférica, aislada todavía del resto del ménez o en Antonio Machado. A parmundo mientras otras naciones Rutir de aquí, Vicente Huidobro será sia, Estados Unidos se incorporaban una referencia inexcusable para Gerarcon fuerza a la trayectoria de Europa. do Diego y Juan Larrea; Pablo NeruPor eso los mejores ejemplos del siglo da marcará la obra de Luis Rosales y xix hispanoamericano son aquéllos César Vallejo la de los poetas sociales que anuncian en sus raíces el gran y existenciales de los años cuarenta y motor del desarrollo posterior: la búscincuenta. queda de una expresión nueva, distinta a la vez que similar a la europea. El A su vez, los novelistas mexicanos, Martín Fierro de José Hernández reperuanos o venezolanos descubren la presenta en grado excelente esa innaturaleza indómita de sus patrias resquietud. pectivas. De repente, en los años veinCon el período de relativa estabilite y treinta, surgen novelas telúricas dad política, económica y social que que expresan el conflicto irremediable trae el final del siglo XDÍ, la vida cultuque se ha establecido desde tiempo inral de las jóvenes repúblicas comienza memorial entre el hombre y la tierra. a estabilizarse y madurar. Germinan Igual que en cierta literatura nortealas grandes capitales del mañana, con mericana del siglo XIX (pensemos en sus esplendores importados de París y Moby Dick) la Naturaleza se inviste de sus miserias autóctonas en forma de caracteres inhumanos, se enfrenta al poblaciones suburbanas y marginales: hombre y lo devora, lo destruye, lo mata. El paisaje pastoril de tantas Jorge Luis Borges, El señor presidente églogas clásicas, la montaña o el mar de Miguel Ángel Asturias, Al filo del románticos, la austera llanura castellaagua de Agustín Yáñez, Adán Buenosna de los noventayochistas, eran otros ayres de Leopoldo Marechal, El reino tantos correlatos de la imaginación del de este mundo de Carpentier, El túnel escritor europeo. En ellos se podía dede Ernesto Sábato, Bestiario de Julio positar la subjetividad, tender un Cortázar, etc. Por aquellos años Espapuente entre los deseos o penas más ña conviene recordarlo poco podía íntimos. Nada de eso en América. Tíofrecer frente a tanta variedad, tanta tulos como Doña Bárbara de Rómulo imaginación y tanto poder intelectual. Gallegos, Don Segundo Sombra de RiDesde cualquiera de estos libros se cardo Güiraldes o La vorágine de José proponía una reflexión a todos los niEustasio Rivera forman un trío freveles sobre la cultura propia, la cubacuentemente citado para definir a esta na, la argentina o la mexicana, siemnovela exploradora en el sentido más pre desde la base de la comparación común de la palabra. con Europa y la íntima voluntad de Pero los novelistas telúricos estasuperación del modelo tradicional. ban llegando tarde. La sociedad hispaDicho en otras palabras, cuando un noamericana caminaba a lo largo del autor tan erudito y occidentalizado siglo hacia una modernización impacomo Carpentier citaba a Monteverdi, rable de sus estructuras. Las capitales a Goya o a Marivaux en sus historias, se transformaban al mismo ritmo que lo hacía mezclándolos junto a los ritos su arquitectura. Durante los años cinyorubas, la exuberante selva del Oricuenta comienza el éxodo rural indisnoco o el malecón de La Habana. La criminado en casi todas las repúblicas. gran novela iberoamericana nacía coConsecuencia: los desequilibrios demo una excrecencia del hondo mestimográficos. Las megalópolis llegan a zaje cultural que se había vivido a lo absorber en muchos casos la mitad de largo de siglos. Y así, la masiva entrala población de cada país. La realidad da en la vida urbana no hizo sino faciamericana dejaba de ser rural para ser litar las cosas, mediante el desarrollo urbana. de una vida editorial más consolidada, la afluencia de un mayor número de Y al compás de la traumática molectores y la penetración en la ciudad dernidad, afloran durante los años de otras mentalidades más enraizadas cuarenta los primeros grandes libros con la América profunda. de relatos y las novelas verdaderamente precursoras: El pozo de Juan Carlos Se estaban poniendo las bases para Onetti, La invención de Morel de que, de forma efectiva, fueran entranBioy Casares, Ficciones y El aleph de do en las dos décadas siguientes todos los nombres clásicos de la narrativa A mediados de los setenta, se pohispanoamericana. Todos esos escritodía atisbar un canon de obras que esres eran conscientes de estar particitaba empezando a crear una tradición pando en la empresa de contar autóctona. Borges ya estaba dentro del América de una forma diferente, de santoral literario de los franceses, Neestar dando a conocer la realidad mulruda y Asturias habían recibido el Notiforme de sus países mediante una bel, en Estados Unidos los especialisfórmula mestiza, que incorporara el tas en literatura hispanoamericana coconocimiento de la tradición europea menzaban a dominar los Departacon las vivencias americanas. Se tratamentos tradicionales. Si, para hablar ba, en definitiva, de forjar un nuevo de Perú, Vargas Llosa utilizaba el malenguaje literario para describir en togisterio de Flaubert o de Faulkner, da su profundidad una realidad que se ahora Bryce Echenique se apoyaba en escapaba con los ejemplos occidentaVargas Llosa. Si la teoría del realismo les. Decía Julio Cortázar: En un país maravilloso se había importado de las donde hay una rica tradición literaria, vanguardias europeas, ahora aparecían y por lo tanto el lector corriente pasa a libros que debían mucho más a García lo largo de su evolución cultural por Márquez. El ejemplo epigonal de La toda la historia de su propio idioma, casa de los espíritus es más que elocomo puede ser el caso de España, cuente. Francia o Alemania, la sensibilidad estilística, la exigencia auditiva y formal Notas definitivas para una son muy elevadas. Pero en la Argentidefinición provisional na estamos privados de todo eso. Y continuaba en otro lugar: ¡Estamos En un artículo reciente, George creando un idioma!. Steiner comentaba el éxito de la noveY así lo hicieron. En nuestro país, la hispanoamericana de hace treinta ciertos libros magistrales como Cien años en relación con el ascenso de la años de soledad, La casa verde o Tres burguesía en todos aquellos países. Es tristes tigres acompañaron sentimentaluna explicación ingeniosa, desde luemente a una generación inconformista go más original que las habituales durante su travesía del desierto hasta (compromiso con la izquierda milila democracia. Sus autores eran leídos tante, reencuentro del intelectual con con avidez por muchos que encontrala verdadera realidad nacional, etc.). ban allí una frescura y una desinhibiSin embargo, Steiner vaticinaba que ción en el lenguaje, en las costumbres, en esas sociedades, como según él ya en el humor, más bien desconocidos ocurre en Europa, se produciría un en nuestras latitudes. hundimiento de la novela en cuanto las nuevas tecnologías informáticas se ra soñado con una cosa así. La aparenimplantasen también allá. La novela, te originalidad de la idea no es sino un género burgués y decimonónico, estarefrito de aquella doble opción de la ría dando sus últimas boqueadas con Rayuela de 1963: el lector podía elegir los países del Tercer Mundo, ya que una lectura convencional o a saltos, éstos van retrasados. Aunque no sé si según una tabla indicadora que apareesto que voy a decir le gustaría a Steicía en las primeras páginas de la ediner, no puedo dejar de pensar que ese ción. Con una diferencia: Cortázar razonamiento encubre un férreo deelaboraba toda una teoría sobre la esterminismo histórico de origen martética contemporánea; Esquivel solo xista a lo Lukács, sin ir más lejos. Se dice que ama los boleros. hace difícil hablar de la decadencia de De todos modos, de acuerdo con la novela en Europa y del florecimienla disparidad de corrientes que es posito en Hispanoamérica, cuando el púble comprobar, noresulta fácil arriesblico lector de nuestro continente ha gar algunas notas que definan la situadevorado las obras de García Márción actual. Por un lado, parece claro quez, y cuando Borges ha influido en que los experimentos formales, tan en autores tan distintos como Antonio boga hace veinticinco años, han dejaTabucchi, John Barth o ítalo Calvino. do de interesar. El ejemplo anterior Más bien, uno tiende a creer que demuestra que la mínima innovación, las letras hispanoamericanas (o la nalejos de ser inquietante o dificultosa, rrativa, al menos) están viviendo una pretende sorprender sin golpear. El época de difícil despegue de la pesada murmullo acariciante de las canciones herencia de los grandes patriarcas. populares como música de fondo no Hay, por un lado, datos que confirtiene nada que ver con los saltos al vaman la existencia de autores de talencío que pedían libros como Conversato: me remito a la breve lista de preción en la catedral, Paradiso o Pedro guntas con que comenzaba este artícuPáramo. lo. Pero, por otro lado, se percibe Por otra parte, el realismo mágitambién un deseo barato (o caro, seco se abandonó hace tiempo. El misgún el precio de la contraportada) de mo García Márquez se ha vuelto muimpresionar al lector con trucos que cho más sobrio. El ingrediente mítico siguen la estela de aquellos míticos seha dejado paso en realidad a un mayor senta. Así, la popular Laura Esquivel peso de la historia, siguiendo una dipropone a sus lectores la experiencia rección que también se produce en el de alternar la lectura de cada capítulo resto del mundo. La novela histórica con la audición de un bolero incluido está de moda también en Hispanoaen un CD adjunto. Ni Cortázar hubiemérica. la vida de numerosas capas sociales, Ahora bien, el desencanto también debatían una diversidad de claves de la ha llegado a la narrativa que reflexiona mentalidad occidental. La estética, la sobre la historia. Los ideales utópicos ética, la política y hasta la metafísica han perdido fuerza. Casi ningún escrieran integradas en Cien años de soletor iberoamericano de peso cree seriadad, Paradiso o Rayuelo. mente en la necesidad de la revolución socialista, aunque por supuesto Ahora, en cambio, acaso sean no puedan negar sus orígenes intelecenormemente significativas las palatuales. Pocos apoyan el liberalismo bras del chileno Antonio Skármeta, conservador de Vargas Llosa, pero tal internacionalmente conocido por Arvez no sea inútil comprobar que la diente paciencia (en el cine, El cartero y Revolución cubana tiene ya muy poPablo Neruda). Para él, la creación licos valedores. teraria es un acto de convivencia con La década de los ochenta ha traído el mundo y no una lección interpretael fin de las dictaduras militares y (pativa sobre él. Menos ambiciones enradójicamente) de los experimentos globadoras y más testimonio directo y marxistas, con la excepción de Cuba. cotidiano, sin tantas complejidades inPero hay que recordar que se ha vivitelectualistas, es la opción que Skárdo un durísimo proceso de decadencia meta y otros muchos han tomado. económica y de corrupción en la clase política de casi todos los países de la Notas melancólicas para zona. De ahí que el desengaño polítiun futuro incierto co del escritor hispanoamericano haya corrido en pareja con el literario y el ¿Se pueden barajar otras solucioexistencial. nes? A diferencia de George Steiner, Ya que hablamos de utopías fracauno no se siente profeta ni hijo de sadas, no es posible olvidar que los profeta. De cualquier manera, parece rumbos novelescos de hoy dejan una que una vía sería la de imaginar nueestela mucho más ligera que la de los vos planteamientos de interrogación grandes proyectos de los años sesenta. sobre la realidad americana. En los Por aquel entonces, en volúmenes años treinta era inconcebible imaginar ciertamente espesos, los escritores hisMéxico como un grandioso escenario panoamericanos intentaban ofrecer de fantasmas trágicos en medio de un una visión completa de sus sociedades secarral inhumano. Pero luego Rulfo y hasta del universo mismo. Esas lo hizo con su extraordinaria Pedro grandes novelas, verdaderas summas liPáramo y permitió entender México terarias, explotaban una multitud de de una forma desconocida hasta enregistros lingüísticos, documentaban tonces, al utilizar materiales míticos Salomón y después, cuando sueña de siempre y fundirlos en una estruccon el pastor, ese sueño de contigo tura moderna. Se trataría de abrir capan y cebolla la enaltece ante sus minos nuevos que yo, como español, propios ojos. no puedo imaginar. Y todavía se adivina otra posibiliTal vez la parodia, una de las ardad: abandonar el tema de la identidad. mas principales para combatir la tradiSin embargo, esto parece difícil para un ción, sea ya uno de los recursos más periodo histórico en el que los nacionaricos e inteligentes para la literatura lismos todavía tienen una gran influenhispanoamericana del futuro, que se cia, también en Hispanoamérica. está encerrando más sobre sí misma y Cabe también esperar mucho de dejando, en definitiva, de hacerse preotros géneros nuevos que han ido guntas trascendentales sobre su identisurgiendo en los últimos veinte o dad. treinta años. Me refiero, por ejemplo, a los libros de misceláneas o a los miDe cualquier manera, a lo mejor crocuentos (o short short story), que se es bueno saber que toda esta historia caracterizan precisamente por su inde cócteles literarios y de barroquissultante brevedad. Estamos tal vez en mos a la americana se está repitiendo las puertas de una época en que la raen otros idiomas. Poco después del pidez Calvino dixit será una exceboom comenzaron a surgir los lencia estética. Hay excelentes miniRushdie, V.S. Naipaul, T. Mo, V. cuentos en América. Veamos éste muy Seth, Amy Tan, etc., que venían a defamoso del guatemalteco Monterroso: mostrar que un birmano o una cingaCuando se despertó, el dinosaurio lesa podían escribir mejor en la lengua todavía estaba allí. O éste del argentidel Imperio que un británico. Y basta no Marco Denevi: por ahora recordar que la última ganaRequerida de amores por un pasdora del Gran Premio de la Academia tor y por el rey Salomón, la SulaFrancesa ha sido la camerunesa Camita no duda. Alguna boba, bolixthe Beyala con Les honneurs perdus, rracha de romanticismo, habría una novela sobre los africanos margielegido al pastor y, transcurrida la nales en París. luna de miel, hubiese empezado a Iberoamérica, el continente de soñar con el rey Salomón. Ese suela mezcla por antonomasia, tiene ño dorado terminaría por estroaún mucho que contar. La literatura pearle la vida junto al pastor. En del mañana será multicultural o no cambio la Sulamita opta por el rey será.